WASHINGTON. AFP. Los jefes de seguridad estadounidenses -en el ojo del huracán tras el atentado fallido de Navidad- manifestaron su intención de reformar los servicios de inteligencia para que puedan enfrentar la cambiante amenaza de grupos terroristas, luego de una reprimenda pública del presidente Barack Obama.
El director de inteligencia de Estados Unidos, Dennis Blair, aseguró haber tomado nota de las severas críticas del presidente Obama hacia sus servicios tras el fracasado atentado contra un avión de línea con destino a Detroit, y prometió mejorar la puntería.
«La comunidad de inteligencia recibió el mensaje del presidente de hoy. Lo hemos comprendido, y vamos a responder a los nuevos desafíos», afirmó Blair en un comunicado.
«Debemos anticipar nuevos tipos de atentados y mantener una delantera» sobre los terroristas», agregó. Tras una reunión el lunes con los mandos de los servicios de inteligencia, Obama, visiblemente irritado, se refirió sin concesiones al «fracaso» que hubiera podido tener consecuencias «desastrosas».