Los jóvenes esperan por Leonel

Los jóvenes esperan por Leonel

Leonel Fernández fue el candidato presidencial de los jóvenes. Así lo mostraban de manera reiterada las encuestas de opinión pública, y así fue confirmado en las elecciones del 16 de mayo.

El Partido de la Liberación Dominicana, por lo demás, siempre ha sido una organización política particularmente atractiva para la gente joven, sobre todo para los estudiantes secundarios y universitarios. Pienso que su alto nivel de organización, su vocación doctrinaria y el atractivo de la figura del profesor Juan Bosch, en sus días, son elementos que explican esta simpatía.

Al Partido Reformista Social Cristiano y al Partido Revolucionario Dominicano le ocurre lo contrario, son movimientos poblados de adultos que han perdido los puntos de contacto con los jóvenes. Carecen de figuras y de atractivos capaces de conquistar y estimular la pasión y el deseo de cambio de la población joven del país.

Este fenómeno ocurre a pesar de que ambos grupos cuentan con numerosos jóvenes, muchos de ellos con una excelente formación académica, pero estos son mantenidos en la periferia por una dirección que se resiste a dar paso a las nuevas generaciones.

En algunos casos, como acaba de ocurrir con el perredeismo, importantes figuras jóvenes que en sus momentos eran vistas como promesas políticas sucumbieron ante las viejas prácticas de la política y del poder, ante los viejos y caducos discursos y ante los despreciables maniobrismos. Son jóvenes, además, que demostraron en su quehacer que carecen de perspectiva y de una visión de nación, jóvenes que no supieron presentar un rostro y una manera diferente de hacer política.

Como fuere, Leonel Fernández fue, en las elecciones del 16 de mayo el candidato presidencial de los jóvenes. Aparte del atractivo juvenil que anida el Partido de la Liberación Dominicana, el doctor Fernández sintoniza muy bien con la muchachada, hombres y mujeres, y con los jóvenes adultos. Su figura todavía joven, su discurso fresco, de un estilo que puede considerarse moderno y sus planteamientos de cara a la modernidad le ganaron la voluntad de este importante y amplio segmento de la población.

De este hecho se deriva un serio compromiso del doctor Fernández con la juventud dominicana. El próximo Presidente de la República no debe fallarle a este gente cuyas edades están entre los 18 y los 35 años. Ellos y ellas esperan por él.

¿Qué necesitan nuestros jóvenes?

El mejor camino que puede emprender un joven es el camino de la educación, para prepararse para la vida laboral, para el mercado de trabajo y también para lo que ahora se conoce como el crecimiento personal o lo que otros llaman “ser persona”. Es este un tema nodal, un tema que reclama de mucha atención de parte del próximo y de los próximos gobiernos.

Pero hablamos de una educación para los jóvenes, es decir, en los niveles secundario y universitario. Una educación con suficientes recursos pedagógicos, con facilidades de textos y otros materiales educativos, y con profesores capaces de inspirar a sus alumnos y ayudarles a encontrar sentido para su vida.

Hay que volver a buscar los talentos en los campos y en las ciudades del país para premiar sus habilidades, para financiar sus estudios, para abrirles posibilidades aquí y en el exterior. Porque esta es la gente que mañana dirigirá el país, y como sabemos y como hemos visto recientemente estas naciones necesitan recursos humanos capaces de desempeñar con eficiencia las responsabilidades que tengan en sus manos.

Nuestros jóvenes también necesitan oportunidades de trabajo. En el mercado laboral ellos son los más sacrificados, porque son los que reciben menos oportunidades. Y hay que pensar que los jóvenes tienen en carpeta todos los desafíos que aguardan a una persona: el desarrollo personal, la educación, el matrimonio, la crianza de los hijos y la preparación para la vejez.

Los jóvenes dominicanos también reclaman y necesitan ejercer su derecho al ocio, al descanso, a la distracción. Ellos demandan posibilidades de ejercitarse en los deportes y en los distintos ámbitos de las prácticas culturales. Necesitan instalaciones deportivas y oportunidades para practicar deportes; necesitan bibliotecas, escuelas de música y otras expresiones artísticas como la pintura, la artesanía, la escultura; salas de teatro, escuelas de cine, de bailes, etcétera.

Y necesitan, como colofón, la construcción de una nación moderna.

Cuando los jóvenes, hombres y mujeres, votaron por el candidato presidencial del PLD, el doctor Fernández, estaban conscientes de que éste tenía más posibilidades de acercarse a sus sueños y legítimas ambiciones que los otros candidatos. De manera, pues, que el compromiso está contraído.

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