Puerto Príncipe, Haití. El colapso de la universidad estatal y de las infraestructuras sociales  a causa del sismo  del 12 de  enero ha convertido a los jóvenes haitianos en presas de las bandas y de una subcultura de  guetos, según  Witchner Orméus, funcionario del  Ministerio de Deportes y Juventud de Haití, quien señaló que gran parte de la juventud de ese país se ha separado de las estructuras familiares y comunitarias.

Orméus citó que cerca de  200,000 jóvenes no pueden acceder a la educación profesional en los actuales momentos, por lo que una gran parte de ellos tienen deseos de emigrar a hacerlo en la República Dominicana.

Refirió que países como  Francia y Brasil  ofertaron 900 becas para haitianos, pero que miles se inscribieron para optar por ellas por la necesidad que tienen de una educación más extendida.

Oméus apuntó que al hacerse más independientes, los jóvenes  son más activos sexualmente. De hecho, previo al sismo, la tasa de prevalencia de las infecciones  de transmisión sexual (ITS) entre jóvenes de 19 a 24 años era de un 20%.

Orméus indicó que ante esas circunstancias es necesario intensificar la campaña de prevención de las ITS, el VIH y SIDA y  la planificación familiar, a los fines de mantener a los jóvenes sanos y evitarles que tengan que asumir responsabilidades de paternidad.

“Es pertinente reflexionar sobre el lugar que pueden ocupar los jóvenes en el futuro de la sociedad haitiana, sobre todo después del sismo del 12 de enero de 2010”, expresó Orméus.

La extrema pobreza.  En términos generales la pobreza extrema  en Haití afectaba al 55% de la población antes del terremoto. O sea, que   vivían con menos de un dólar al día.

 Mientras que el 60% de la población económicamente activa (PEA) estaba desempleada. Y de éstos, el 80% no contaba con una formación técnica, lo que dificulta su acceso al estricto mercado laboral. Unos 400,000 niños con edades entre seis y 11 años no estaba en la escuela en el 2008, mientras que el 38% de las personas mayores de 15 años era analfabeta.

Orméus ofreció estas declaraciones durante un taller previo al lanzamiento del Estado  Mundial de la Población dirigido a periodistas de América Latina y que organizara el Fondo de Población de las Naciones Unidas en Haití (UNFPA)  con el objetivo de llamar la atención sobre la situación  en que se encuentra  la población haitiana.

UNFPA y la protección a las mujeres

En Haití el UNFPA está ejecutando programas para la protección a las mujeres en momentos de crisis como la que vive esa nación. Uno de ellos es en el campamento Parque Colofe, un suburbio de Puerto Príncipe, donde hay 1,027 refugiadas. Allí se han instalado lámparas para mantener la zona iluminada y evitar violaciones.

También se ha dotado el campamento de agua potable y junto a la Ong Asistencia Médica Internacional se ofrece atención primaria. UNFPA también apoya la organización de los comités de campamentos para asegurar una  convivencia un poco más digna a los desplazados.

Sin embargo, varios refugiados denuncian que esas acciones no son suficientes, ya que cuando llueve las escasas carpas  se llenan de lodo y agua y cuando hace calor no pueden dormir bajo ellas.

También deploraron la actitud de los candidatos a puestos electivos, quienes no los visitan y además derrochan grandes recursos en proselitismo frente a sus  tantas necesidades. En este campamento existe una pequeña escuela regenteada por Fe y Alegría a la que asisten apenas 45 niños, ya que la mayoría del campamento no cuenta ni siquiera con ropa o calzado para ir a recibir educación.

UNFPA también está invirtiendo  500 mil  dólares en el hospital materno de  Croix des Bouquet para medicinas y equipamiento.