Los juegos a los que puedes jugar con tu perro

Los juegos a los que puedes jugar con tu perro

Los juegos con otros perros favorecen la fuerza bruta y el instinto cazador mientras que los juegos con seres humanos desarrollan la cooperación y la inteligencia (Shutterstock).

El juego, base de la condición neotérica de los perros, resulta esencial para garantizar el aprendizaje y el estado doméstico de la especie. Se trata de un entrenamiento para la vida real y una gran oportunidad para establecer vínculos con los seres humanos y con otros perros. Además del ejercicio físico que implica, resulta también muy importante para la salud emocional del animal, ayudándolo en el desarrollo intelectual e incitándolo a comprender mejor su entorno.

El juego lo ayuda a conocer el funcionamiento de las cosas, a aprender reglas básicas de conducta, a poder controlar su fuerza y a desarrollar habilidades y destrezas, como por ejemplo reaccionar correctamente a los estímulos y frente a situaciones inesperadas. Jugando, un perro puede evaluar las habilidades propias frente a las del otro, puede aprender a distinguir en qué perros y personas confiar, y aprender sobre reciprocidad y capacidad de negociación.

Los perros utilizan la boca como instrumento principal porque conocen el mundo a través del sentido del gusto y del olfato. Por eso lo huelen todo y lo muerden todo. Los juegos con otros perros favorecen la fuerza bruta y el instinto cazador mientras que los juegos con seres humanos desarrollan la cooperación y la inteligencia.

Una lista-guía de juegos que podes compartir con tu perro

Tira y afloja

En este juego aparecen los instintos primitivos de presa, de aferrar a lo capturado y de moverlo hasta dejarlo muerto. Al pulsear aprenden a defender, se estimulan en la aprehensión y en la constancia. Al aprender a abandonar la puja se disciplinan aun en contra de sus instintos entrando en la elite de perros civilizados. Es muy útil usar el refuerzo positivo de una golosina para el premio cuando suelte y para enseñar cualquier orden. Se puede dejar que el perro gane al tirar de la “presa” ya que de esa forma desarrolla su autoconfianza.

Tiro y traiga

Muchas razas de deporte han sido creadas presionando positivamente en la selección del instinto natural del perro de traer objetos para el cubil. Ese es el caso de los cobradores o retrievers utilizados primero para las artes de pesca artesanal y luego adaptados a la caza individual de aves. Se pueden usar diversos objetos pero el uso de trenzas resistentes y de objetos activos como una pelota, es lo más recomendable. Los palos y varillas no son el ideal pues pueden provocar lesiones o heridas en la boca.

Jugando a la escondida

Este juego promueve el uso del sentido del olfato y la estrategia de emboscada. Consiste en ocultarse y permitir que el perro lo encuentre a uno premiándolo al hacerlo, aumentando el grado de dificultad con el desarrollo de la prueba en el tiempo.

PERRO 2
Enseñar al perro a dar la pata o a sentarse o a echarse son juegos que ayudan a educar al perro (Shutterstock).

Dar la pata

Enseñar al perro a dar la pata o a sentarse o a echarse son juegos que ayudan a educar al perro. Cuando aprende a sentarse o a dar la pata si lo ordena el dueño, desarrolla su capacidad de autocontrol.

Enseñarle palabras

El juego consiste en entregar un juguete al perro y nombrarlo. Por ejemplo decir “pelota” y darle una pelota. Repitiendo el proceso y premiando con la voz, con la actitud y con algún refuerzo apetitivo. Este proceso puede repetirse con casi cualquier objeto, siempre y cuando la palabra que lo identifique sea simple y altisonante.

Buscar comida

Este juego potencia la capacidad olfativa y la concentración. Consiste en esconder varios trozos de comida en diversos lugares de la casa debajo de algo, como un cubilete, de manera que el perro lo pueda levantar con el hocico y obtener su premio. Una variante de complejidad mayor consiste en esconder comida debajo de un cubilete o taza, que se coloca junto a otros dos cubiletes o tazas vacías. De esta manera, a través de su olfato y su capacidad de observación, el perro debe averiguar en qué lugar se encuentra el premio comestible.

La importancia de los juguetes

PERRO 3
Además de reducir el aburrimiento de tu perro, jugar con juguetes puede ayudar a eliminar otros comportamientos no deseados y reconfortarlo cuando se quede solo (REUTERS).

Además de reducir el aburrimiento de tu perro, jugar con juguetes puede ayudar a eliminar otros comportamientos no deseados y reconfortarlo cuando se quede solo. Los juguetes activos son quizás el tipo de juguete con los que probablemente tu perro pase más tiempo. Estos juguetes suelen estar hechos de goma muy dura, se pueden llevar en el hocico y masticar con frecuencia sin destruirlos de inmediato.

También existen juguetes de cuerda gruesa con trenzas y nudos que para hacerlos activos deben ser movidos para generar atracción por parte del perro. Algunos prefieren usar juguetes masticables de cuero que pueden determinar peligros de asfixia si son destruidos en pedazos pequeños.

Las pelotas de tenis también son una opción común de juguetes activos. Sin embargo, es fundamental supervisar a tu perro cuando juegue con una pelota de tenis ya que debemos descartarla cuando la perfore para evitar riesgos. Ningún juguete debe implicar un riesgo potencial por la presencia de puntas, por su dureza, rugosidad o las partes pequeñas que se pueda tragar.

Se llama enriquecimiento ambiental la disciplina que crea y recrea elementos y escenarios que favorezcan las mejores conductas de los animales. Algunos juguetes están específicamente diseñados para mantener al perro interesado y en una situación enriquecida por horas. Estos juguetes de distracción suelen ser rompecabezas o diseños de cajas con agujeros con una golosina en su interior que requieren la disquisición y trabajo intelectual para obtener la recompensa luego de un tiempo. A esta categoría pertenecen los juguetes del tipo Kong (se rellena con alimento o snacks) y los juegos de Nina Otossom, la renombrada adiestradora sueca líder en el adiestramiento cognitivo de los perros.

Además de los juguetes duros, los perros también adoran los peluches y los almohadones y almohadas. La suavidad de la textura transporta al contacto con el pelo y el relleno de las almohadas al despanzado desgranado el contenido de la presa cazada recientemente. Algo parecido pasa con la predilección de algunos animales a jugar con botellas de plástico que los retrotrae, en el cerebro primitivo al crujir de los huesos de la presa cazada. Las intangibles burbujas son una grandiosa opción de juego si podemos garantizar la inocuidad de la mezcla que las produce.