La exitosa realización de los IV Juegos de la Diversidad el pasado fin de semana con la participación de cerca de 2,000 personas discapacitadas de distintas edades congregadas en las canchas abiertas del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte en una inspiradora fiesta del deporte, la recreación y la confraternidad, coadyuvan a la consolidación de los derechos de ese importante sector durante mucho tiempo marginado con relación a otras vertientes de la actividad física favorecidas por las políticas públicas.
Desde la instalación de la presente administración las autoridades de la agencia deportiva oficial pusieron especial atención a este renglón dentro de su programación institucional, en procura de ponerse a tono con las sociedades avanzadas y cumplir con las disposiciones de la Carta de la UNESCO que consagra tales manifestaciones como un derecho fundamental de la ciudadanía sin exclusión de ningún tipo.
En tal virtud, la actual gestión ha demostrado una vigorosa voluntad por garantizarle su justo espacio a los grupos sociales que tradicionalmente eran menos tomados en cuenta, por sus condiciones de vulnerabilidad, como los discapacitados y jóvenes de los barrios y comunidades marginadas.
Esta iniciativa de los Juegos de la Diversidad tuvo su primera versión en el mes de julio del año 2013, contando con la participación de más de 800 participantes en diversas disciplinas y actividades recreativas. De manera ininterrumpida este evento se ha llevado a cabo en la misma fecha cada vez con mejores resultados y participación en los años 2014, 2015 y 2016, quedando establecido como un clásico permanente donde se destaca la buena organización y el trabajo mancomunado con las demás entidades relacionadas con esa vertiente, así como con el respaldo del sector privado.
Los programas de deporte y discapacidad, que los especialistas también han denominado Deporte Adaptado a personas con discapacidad, están divididos en tres grandes grupos: motora, sensorial y mental. Últimamente, se ha estado utilizando una terminología más adecuada y de mayor carácter reivindicativo por su naturaleza, la de Atletas Especiales.
En los tres días que se llevó a cabo la IV versión que terminó por todo lo alto el domingo, tuvo una gran variedad de actividades, incluidas presentaciones artísticas de los atletas especiales. Se compitió en las disciplinas de atletismo, softbol, baloncesto, fútbol, voleibol, tenis de campo y diversos juegos recreativos. Accionaron atletas en sillas de ruedas, sordos, no videntes, paralímpicos, personas de la tercera edad y de baja estatura.
Las palabras del Ministro de Deportes, Jaime David Fernández Mirabal, al pronunciar el discurso central en el acto de apertura, dejó un mensaje que merece que se le preste la mayor atención, principalmente los sectores y grupos de presión que equivocadamente creen que todos los recursos en materia de política deportiva pública debe invertirse exclusivamente en el sistema cerrado del deporte de élite, de alta competición, mientras critican la indispensable inversión en el sistema del deporte abierto, conocido como deporte popular y recreativo.
“Esta es una fiesta de la inclusión-sostuvo el titular de la agencia oficial- una fiesta de la alegría porque el deporte inclusivo y el deporte general son un derecho constitucional. Y está en la política del Estado Dominicano, esa es la política de nuestro Gobierno de hacer deportes inclusivos, de hacer deportes que muchas veces no dan medallas, pero dan grandes satisfacciones que no dan pago en dinero.”
Ahí está definido el carácter dual del deporte de nuestros días. El principio axial cerrado de la alta disciplina tecnológica, científica y comercial, y el principio axial abierto identificado con la salud y con los valores del desarrollo humano, distinto al deporte de carácter agonístico de élite. Las autoridades deportivas oficiales han tomado un camino correcto al impulsar actividades mediante un sistema abierto e inclusivo como los Juegos de la Diversidad.