Heriberto Morrison 
Una efectiva política deportiva y educativa de los gobiernos nacionales, es determinante en el desarrollo social, sanitario y cultural de los pueblos, siendo el nivel escolar la base donde deben comenzar dichos programas. A finales de la década de los 80 del siglo pasado, el Comité Para el Desarrollo del Deporte (CDDS) del Consejo de Europa, puso en ejecución un proyecto que se convertiría en un modelo a seguir en todo el orbe por su carácter científico e innovador. Nos referimos a los tests de aptitud física, a fin de medir y evaluar a los niños de edad escolar desde 6/7 años hasta 16/18 años.
Los denominados tests EUROFIT desde sus inicios se basaron en los principios de “Deporte para Todos”, teniendo como principal objetivo motivar a niños y adultos para que practiquen con regularidad y placer las actividades físicas y deportivas. Entre las resoluciones concernientes a los aspectos médicos de dichos programas en las escuelas, se hace hincapié en la evaluación biológica y psicológica de la aptitud y la creación de centros de medicina deportiva con los equipamientos necesarios y personal de alta calificación profesional.
Las recomendaciones también favorecían una coordinación eficaz entre todas las partes implicadas, tanto a nivel nacional, como regional y local, a través de los ministerios responsables de la Educación y el Deporte, las autoridades escolares, los docentes de educación física, las universidades y los órganos de la salud pública. Siempre facilitando a los operadores y a las escuelas, la adquisición del material necesario para la realización práctica de las pruebas de aptitud física.
Aspectos nodales a tomar muy en cuenta son los siguientes: la evaluación de la aptitud puede ayudar al niño a adoptar una actitud positiva para con su propio cuerpo y tomar conciencia de su condición física; los tests pueden poner de manifiesto problemas de salud individuales y colectivos y sugerir posibles remedios; también pueden evitar accidentes deportivos y, a la inversa, revelar potencialidades que el niño tal vez quiera explotar en el futuro; estas pruebas pueden también adaptarse para los casos de niños minusválidos, incluidas las deficiencias mentales, y coadyuvar la puesta en punto de actividades físicas especiales.
Debemos reconocer que estos esenciales avances en los últimos años se han extendido a las diversas latitudes del planeta, pero quienes mayores provechos le han sacado son las sociedades del primer mundo por ser las más desarrolladas. Algunas naciones en vías de desarrollo se han esforzado en seguir estos importantes lineamientos, logrando ciertos niveles de avance. En Latinoamérica se pueden citar los casos de Cuba, Argentina, Colombia, Brasil, entre otros.
Con respecto a la República Dominicana, no se ha logrado todavía poner en ejecución programas de aptitud física en el sistema escolar ni tampoco la universalización de un banco de fichas médicas como en otros países de la región.
Un aspecto que merece reconocimiento es que el MINERD, a través del INEFI, ha rescatado con notable éxito la continuidad de los Juegos Deportivos Escolares Nacionales con la realización de la VI y VII versiones en La Romana 2014 y en Moca 2016. Extraoficialmente, esta entrega supo por una fuente de entero crédito que la VIII edición será anunciada para ser llevada a cabo en noviembre próximo, en Monte Plata, evitando así que coincida en el mismo año con los XIV Juegos Deportivos Nacionales Hermanas Mirabal 2018.
Hay que reconocer que en la actual gestión el Ministerio de Educación y el Ministerio de Deportes en breve anunciarán a la nación un pacto sin precedentes entre ambos organismos, que convertirá al sistema escolar en la base de nuestro desarrollo deportivo, sentando la plataforma de un nuevo modelo deportivo. De este modo, las pruebas de aptitud física y las fichas médicas de nuestros estudiantes atletas dejarán de ser por fin, tereas pendientes.
