POR LLENNIS JIMÉNEZ
Las voces de más de 400 jóvenes pertenecientes a distintas iglesias y parroquias del país se levantaron ayer en reclamo de la no exclusión, por una justa distribución de las riquezas y que en los centros de enseñanzas se oriente más acerca del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).
Los jóvenes culparon a los padres de que muchos muchachos y muchachas hayan perdido los modales, y atribuyen su falta a la poca atención que en algunos hogares están dedicando los progenitores.
Las inquietudes, quejas y cuestionamientos que los jóvenes de varios pueblos hicieron al sistema predominante en República Dominicana se produjeron en la clausura del VII Congreso Nacional de Juventud, en presencia del nuncio apostólico Timothy Broglio y el secretario de la Juventud, Manuel Crespo.
En el evento que celebra la Pastoral Juvenil, que coordina el salesiano Luis Rosario, los jóvenes criticaron que en algunos centros de trabajo se quiera obligar a las personas a someterse a exámenes para determinar si padece de SIDA o de virus VIH.
El auditorio Manuel del Cabral de la Biblioteca Pedro Mir de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) fue colmado por jóvenes con aspiraciones de cambiar lo malo por lo bueno, y contribuir a proteger a los más débiles e infundir el amor.
Pidieron respetar el derecho que tienen las personas a no querer que se conozca que tiene el SIDA y que, en cambio, se les ofrezca una “acogida sin exclusión, tal como es el lema del encuentro de este año”.
En respuesta a sus inquietudes, los expositores de la actividad celebrada desde el pasado viernes, explicaron la protección que brinda la Ley 55-93, sobre VIH/SIDA, el derecho que tiene alguien infectado a no ser despedido ni discriminado de su trabajo.
La joven María Hernández de la parroquia Santa Mónica, pidió que en los hogares, escuelas, colegios, universidades, centros religiosos y otras instituciones se hable del impacto del SIDA y del alcance de la Ley 55-93. En cuanto al rol del sistema educativo, Johanna Melissa Vásquez Vásquez, coordinadora diocesana en Puerto Plata, consideró que los padres y las madres tienen que ver con la ausencia de valores en los jóvenes. Expresó que debido al limitado tiempo que los mayores dedican a los muchachos, es que algunos se han perdido.
Durante más de cuatro horas, los jóvenes compartieron en el encuentro que contó con la participación del obispo de San Pedro de Macorís, monseñor Francisco Ozoria, concelebrante de la eucaristía que presidió Timothy Broglio, con Luis Rosario y el asesor de la Pastoral Juvenil en Santiago, diácono William Almonte.
Ayer, fueron discutidos y reflexionados los temas sobre el aborto, la prevención de las enfermedades contagiosas, la acogida, el leguaje y la comunicación. Los expositores fueron sor Elisabeth Corsino, salesiana de la congregación las Hijas de María Auxiliadoras; Alexis Pérez, Rafael Gómez y Carol Martínez, miembros de Comisión Arquidiocesana y de la Pastoral Juvenil.
ACCIONES DE FE
Los jóvenes presentaron al Señor la peregrina Pastoral Juvenil, a la juventud que sufre soledad y abandono, algunas veces, con frecuencia, involucrarse en los vicios.
También pusieron ante la mirada de Dios a los jóvenes víctima de los movimientos migratorios, a los que padecen por falta de acogida, a los excluidos por limitaciones físicas, éstos últimos, quedando en un atrasado desarrollo.
Previo a concluir la celebración, ofrecieron los frutos y las flores recogidas para el Señor, y entre coros, cánticos y alanza, expresaron su alegría de vivir caminado hacia Dios.