La devaluación del peso dominicano se ha reflejado dramáticamente en la cotización de los libros, los cuales han elevado sus precios hasta 70% en los primeros días del año, mientras las ventas han menguado significativamente, afirmaron ayer varios libreros.

Dijeron que debido a la inestabilidad en la tasa de cambio han optado por dolarizar los precios de los libros.

Explicaron que la mayoría de los libros que se venden en el país son importados de Europa y Estados Unidos, principalmente, por lo que tienen que pagarse en euros o en dólares, y cada vez que aumentan las cotizaciones de estas monedas, «lamentablemente», suben los precios de los libros.

La situación ha obligado a que muchos libreros hayan suspendido el pedido de nuevas mercancías.

Entretanto, en las principales librerías del país, sus encargados dicen que no saben qué hacer con los precios, debido a la variación constante en la prima del dólar. Algunas librerías ni siquiera están colocándoles los precios a sus mercancías, porque nunca se sabe cuánto costará al día siguiente.

Lucio Casado de la Librería Cuesta definió la situación de los librerías como «criminal», debido a la situación económica, la devaluación de la moneda y el pago de impuestos.

Dijo que los libreros lograron que se les exonera un impuesto de 3% que pagaban los libros, «pero nos dieron una vuelta por detrás y nos aumentaron el 10% del recargo cambiario». A esto se suma el nuevo impuesto de 2% a las importaciones aprobado por el Congreso.

A la carga que representan los impuestos, se suma el problema de la prima del dólar «que se le ha escapado de todas las manos», dice Casado en una mezcla de impotencia e indignación.

De su lado, quienes compran libros parecen estar conscientes de la situación, pero admiten que el encarecimiento de los mismos es un gran obstáculo para el desarrollo cultural del país.

«Lo malo de esto es que un país como el nuestro que necesita tanto cultivarse, con una educación tan pobre, cómo se puede desarrollar», expresó el doctor Grullón Rodríguez, al ser cuestionado en una librería.

Indicó que acababa de comprar un libro en RD$350 «y yo pensaba que costaba RD$150». Consideró que la carestía hace que cada día disminuya en la gente la avidez de leer.

Luisa Rodríguez de Povedano, de la Librería Mateca, afirma que todavía las librerías tienen mercancías que adquirieron a crédito cuando el dólar estaba a RD$17 por uno, pero que ahora tendrán que pagar esa misma mercancía a razón de RD$50 por uno, «y es peor, porque la mayoría de nuestra mercancía es comprada en euros, que está más caro que el dólar».

Señaló que la autobiografía de Gabriel García Márquez «Vivir para contarlo» que hace unas semanas se vendía a RD$395, ahora se vende a RD$650.

El libro «Todo lo que hay que saber sobre la cultura», de Dietrich Shwanitz, que además venía acompañado de un disco compacto, antes se vendía a RD$575, ahora cuesta RD$650, sin el disco.

«El Orgullo de Pensar», de Hannah Arendt, que estaba RD$380, ahora se venda a RD$650, o sea, 71% más.

De su lado, Hilda González, de la librería Thesaurus, explica que allí tratan de considerar a sus clientes, «pero siempre con la salvedad de que le vamos a cotizar en dólares, para podernos salvar».

Dijo que un libro que en diciembre se cotizaba en RD$400, ahora cuesta RD$900. Por ejemplo, dice González, «Los Negocios del Marketing» que en diciembre se vendía a RD$350, ahora vale RD$750.

La lista de aumento es larga, pues abarca todos los títulos. Pero no todo es negativo en el mercado de libros. Las obras de autores dominicanos se están vendiendo más ahora, pues si bien han subido, sus precios no se han incrementado tanto como los importados.

[b]PIDEN CONTROLAR DOLAR[/b]

Según los libreros es urgente controlar la devaluación de la moneda para detener la escalada en los precios de los libros.

Empero, Lucio Casado estimó que si bien no se puede pretender controlar la prima del dólar con militares, tampoco es correcto dejar «esa libertad tan grande» a quienes controlan el mercado de divisas.

El librero considera que además de la falta de confianza, otro elemento que incide en la tendencia alcista en la depreciación de la moneda es el afán reeleccionista del presidente Hipólito Mejía.