Los líderes de cartón -2

Los líderes de cartón -2

El estilo político francés y el español son buenos para franceses y para españoles, como la manera dominicana es sólo inteligible para dominicanos. Ahora bien, para que un hombre llegue a ser líder se requiere que posea algunos atributos del carácter, de la personalidad, que han estado presentes en los líderes de todos los tiempos y de todas las culturas. O sea, que además de una relación de comunicación entre un pueblo y su líder, existen características generales que definieron siempre al hombre con capacidad para el liderazgo. No se puede ser líder, en abstracto, de cualquier sociedad; pero tampoco cualquier persona tiene las prendas requeridas para llegar a ser líder sindical, líder empresarial, líder académico o, en general, líder de una sociedad, líder político con plenitud ontológica.

Las notas básicas que han distinguido a los líderes de todos los tiempos y de todas las sociedades son, a mi manera de ver, la capacidad para inspirar respeto y confianza entre las personas que le rodean. El líder posee una irradiación magnética que le permite seducir a los demás y conducirlos hacia el logro de una organización, hacia la participación social con sentido. La capacidad de organizar es fundamental para que una comunidad reconozca en un hombre un liderazgo. Un líder es alguien que puede suscitar en los demás la esperanza.

Para que los hombres se organicen en torno de un líder –para construir instituciones, pirámides, catedrales góticas, presas, puentes o caminos– es preciso que la comunidad esté movida por la confianza, el respeto y las esperanzas que le infunde un verdadero líder. Una comunidad aprecia en un líder: la fortaleza de carácter –lo que los griegos llamaban “andría” y que hoy podemos denominar hombría-, su inteligencia, cuya expresión practica es la astucia, su encanto personal o atractivo somático.

También su experiencia en el trato con los hombres y las cosas; su educación y conocimientos, el vigor de la voluntad y el valor o entereza para arrostrar peligros. A un líder moderno en una sociedad moderna se le exige que conozca la historia de su país y las líneas generales de la Historia Universal; se espera que conozca las doctrinas sociales o teorías políticas. (Empollar huevos históricos, 2001).

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