El Sistema Nacional de Formación Artística Especializada es la unidad, administrativa y pedagógica, que, adscrita a la Dirección General de Bellas Artes y el Ministerio de Cultura, se encarga de coordinar, supervisar y estimular a un conjunto educativo peculiar por definición.

A un equipo de trabajo ejemplar, encabezado por Domingo de los Santos, corresponde el mérito fundamental de una exposición fuera de lo común, esmeradamente preparada y esperada, que se presenta por tercera vez… y seguirá presentándose anualmente. Los expositores provienen de las Escuelas de Bellas Artes de Moca, La Vega, Santiago, Cotuí, San Francisco de Macorís, Azua, Salcedo, La Romana, San Cristóbal, Santo Domingo –Este y Escuela Nacional de Artes Visuales-, ¡sobreviviendo los planteles de provincia en condiciones heroicas!

Pese a esa precariedad –locales, herramientas y falta de profesores–, la respuesta creciente augura, más allá del interés legítimo, una participación cada vez mayor, y el público ha manifestado entusiasmo desde la apertura de la exposición.

Por naturaleza, por historia y tradición, el Palacio de Bellas Artes es el lugar idóneo para esa clase de muestra: hasta mediados de enero, la Galería Nacional de Bellas Artes expone, pues, una colectiva de dibujo y pintura, de escultura y cerámica, oriunda del cuerpo docente especializado en arte y de prácticamente todo el territorio nacional.

En el Salón de la Rotonda se ha realizado un montaje claro y agradable, colocando los cuadros en muros y paneles, y en la parte posterior las obras de un profesor y artista, invitado especial.

La exposición. Hoy, como ayer, desde la primera época de la Escuela Nacional de Bellas Artes, los maestros en las aulas agregan a su enseñanza creatividad plástica propia. Con la excepción de Santo Domingo y Santiago –donde varios profesores son artistas (re)conocidos– ese talento creador constituye un descubrimiento y merece difundirse. Ojalá esta exposición, necesariamente modesta, contribuya a abrir, para muchos, las puertas de colecciones, galerías y presentaciones individuales…

Se han evitado los géneros tradicionales del retrato, el bodegón y el paisaje, aunque ese último se admitió en versiones estilísticamente interesantes y personales. Dominan tendencias realistas, expresionistas, surrealistas, y no faltan algunos abstractos. Reinan aquí el canto del color y una luminosidad omnipresente, y, cuando observamos interés por la experimentación, esta se hace discreta y controlada por el propio artista.

Este año se ha destacado la participación, con varias pinturas, del profesor Julio Tejada, de Moca.

Sus obras demuestran técnica impecable, dominio del realismo y habilidad conceptual, la que añade a la representación de la naturaleza, inteligencia e imaginación, confiriendo una personalidad especial a los paisajes.

La lectura atenta de los detalles revela una fina sensibilidad por la infancia y la familia.