Tiempo atrás era común verlos en la mesa de las abuelas cuando se iba de visita a sus casas.

Aunque aquellos manteles eran de plástico complemente -algunas veces estampados de flores- la verdad es que los que se pueden encontrar en el mercado actualmente están diseñados con el mismo propósito de aquéllos, pues están hechos con material impermeable.

Los diseños de ahora son más vanguardistas pero siguen cumpliendo la misma función: engalanar la mesa y protegerla de posibles derrames.

Con esta mantelería no se corre el riesgo de que haya manchas imposibles de sacar, y una enorme ventaja es la facilidad para su limpieza, pues en caso de que se desparrame algo, bastará un paño húmedo para que vuelva a quedar como nuevo.

Además de utilizarlos de manera habitual en la mesa de comedor, estos tipos de manteles se prestan a la perfección para cuando hay actividades informales en la casa o alguna celebración.