Los Marineros tienen un chance más

Los Marineros tienen un chance más

Es ahora o nunca para los Marineros. Esa parecer la consigna en Seattle, que se ha cansado de ganar partidos, un mínimo de 91 las últimas cuatro temporadas, pero sin poder ir muy lejos en la postemporada.

Enquistados en el Oeste de la Liga Americana, los Marineros no la tienen fácil con adversarios como Anaheim y Oakland, en la que promete ser una entretenida batalla por el banderín hasta el último día de la campaña regular.

El 2004 podría marcar la despedida de las figuras históricas de Seattle en el bateador designado Edgar Martínez, quien a sus 41 años estaría contemplando la hora del retiro, y no quiere hacerlo sin antes ir a una Serie Mundial.

Martínez no es el único hombre con 41 años a cuestas. Al zurdo Jamie Moyer no parece hacerle mella la edad y vuelve como uno de los puntuales de la rotación tras completar un temporada en la que ganó 21 partidos, hito para la franquicia.

Otro que ha insinuado que podría retirarse es el primera base John Olerud, que tiene 35 años.

El abridor venezolano Freddy García podrá declararse agente libre la próxima temporada y se ha conjeturado que ésta podría ser su última campaña con los Marineros.

Seattle acusó dos bajas sensibles durante el receso. La primera fue la partida del jardinero central Mike Cameron, quien como agente libre firmó con los Mets.

La otra fue la de su cerrador Kazuhiro Sasaki, quien poco antes de que comenzara la pretemporada resolvió que lo mejor para él era estar más cerca de su familia en Japón, rechazando un salario de más de 8 millones de dólares

Los Marineros no son de dormirse en los laureles y respondieron inmediatamente para tapar esos agujeros.

Raúl Ibáñez vino procedente de Kansas City para patrullar en los jardines y Rich Aurilia aterrizó desde San Francisco con la misión de cubrir el campo corto.

El puesto de Sasaki será cubierto por Eddie Guardado, el apagafuegos estelar de Minnesota las últimas dos campañas.

Se fue Cameron, pero los Marineros exhiben una formación con tres guantes de oro, con el jardinero derecho Ichiro Suzuki, el segunda base Bret Boone y Olerud.

Cualquiera diría que Seattle tiene todos los argumentos para ganar, desde un ataque balanceado a un defensa de primera.

Pero el aspecto que suele ser menospreciado es la calidad de su cuerpo de lanzadores, que no debería envidiarle nada a nadie.

Lo bueno del negocio es que Seattle conservó intacta la rotación del año pasado: Moyer, García, Joel Piñeiro, Ryan Franklin y Gil Meche.

Cada uno se acreditó un mínimo de 11 victorias y se encargó sin falta de cumplir con las 162 aperturas del equipo, algo que sólo cinco equipos han logrado en la historia.

Los Dodgers de 1966, con Sandy Koufax y Don Drysdale, fueron los últimos en hacerlo.

«Es algo para sentirse orgulloso», ha dicho García. «Si lo ves en perspectiva es bastante impresionante».

García sigue siendo la carta brava de la rotación pese a que viene de su peor año, en el que cerró con una foja de 12-14 y 4.51 de efectividad. El diestro venezolano sabe que su cotización para la agencia libre dependerá de su actuación ahora.

Moyer (21-7, 3.27) buscará estirar su racha de temporadas con por lo menos 13 victorias, algo en lo que no falla desde cumplió los 34 años.

El boricua Piñeiro (16-11, 3.78) tiene y le sobra talento para convertirse pronto en el as. En la lista de deseos de Seattle está el que evite caer en baches, como las cinco semanas en las que se fue sin victorias tras haber enhebrado una seguidilla de ocho victorias.

Los derechos Franklin (11-13, 3.57) y Meche (15-13, 4.59) complementan la rotación.

Pese a la repentina salida de Sasaki, el bullpen luce en mejor forma con el arribo de Guardado (41 salvamentos), el apoyo del también japonés Shigetoshi Hasegawa (2-4, 16 rescates) y la recta de humo del dominicano Rafael Soriano (3-0, 1.53).

Quizás la pieza que falta en la alineación de los Marineros sea un jonronero probado, aunque este es un equipo que sabe fabricar carreras.

Y cómo no va a hacerlo si tiene al nipón Suzuki (312, 13 jonrones, 62 impulsadas y 34 bases robadas) bateando de primero.

Suzuki es el líder de un trío de guardabosques con buenas credenciales. Randy Winn (295, 11, 75 y 25 robadas) tendrá la tarea de relevar a Cameron en el central, mientras que Ibáñez (294, 18, 90) resguardará el izquierdo.

Si bien obtuvo otro guante de oro, Olerud (269, 10, 83) redondeó sus peores guarismos con el madero en una década y ahora querrá probar que eso fue una excepción a la regla.

La otra gran bujía ofensiva del equipo es Boone (294, 35, 117), quien se ha granjeado una reputación de ser uno de los mejores productores de carreras que hay.

Aurilia (277, 13, 58) toma el puesto del venezolano Carlos Guillén, enviado a Detroit, en las paradas cortas.

Otra novedad es la de Scott Spiezio (265, 16, 83), ex de Anaheim, quien sustituye a Jeff Cirillo en la antesala.

Para la receptoría, se tendrán que conformar alternar nuevamente a Dan Wilson (241, 3, 43) y Ben Davis (236, 6, 42), ninguno de grandes detalles en el ataque.

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