La expresión prepagado o pre-pago se utiliza para describir aquellos servicios o contratos que se realizan con un fondo o monto pre-establecido y que periódicamente, casi siempre mensual, el cliente o usuario cubre como garantía para mantenerse recibiendo mercancía, servicio o beneficio. Como ejemplo, las líneas telefónicas y los seguros médicos.
En el caso de los teléfonos, se paga por anticipado una cantidad de dinero por minutos a utilizar y los seguros médicos cobran primas que, estando al día, garantizan la prestación de atenciones.
Sin embargo, pocos ciudadanos entienden que los servicios públicos son los más y mejores prepagados del país, pues, aunque usted no pague impuesto sobre la renta, esté desempleado o sea un trabajador informal (nombre de etiqueta para el chiripero), la libra de habichuelas que come su familia tiene la siguiente historia impositiva:
El agricultor paga impuestos que ya están calculados y cargados en las semillas, los abonos y fertilizantes, los implementos agrícolas, el camión de transporte, la gasolina, el alquiler del almacén y los sacos de empaque.
Lo mismo ocurre con el arroz, los tomates, las cebollas y todos los productos agrícolas y al comprarlos para comerlos todos pagamos los impuestos que los demás ya pagaron y que van al tesoro nacional para pagar a todos los empleados públicos, incluyendo legisladores, síndicos y regidores, así como las subvenciones de los hospitales y gastos de todas las oficinas del gobierno.Por lo anterior, cuando el ciudadano llega a una oficina pública o a un hospital, debe saber que no le están regalando nada, pues, hasta con darse una hartura de arroz con habichuelas, él prepagó los servicios que está solicitando.