Los medidores de alcohol en aliento

Los medidores de alcohol en aliento

El abuso de alcohol tanto en el ambiente laboral como en el recreacional ha enfatizado la necesidad de la detección y la intervención antes de que ocurran accidentes costosos e incluso mortales.

POR AMADO CAMACHO   

A medida que el automóvil se iba transformando rápidamente en la mejor elección a la hora de transportarse -hacia fines del siglo XIX y principios del XX- surgió un problema: Más y más gente intoxicada por el alcohol se sentaba frente al volante y conducía.

Mientras se hacían más numerosos los accidentes y tragedias por esta causa, las organizaciones preocupadas por el cumplimiento de las leyes empezaron a sentir la necesidad de nuevas legislaciones y herramientas para proteger a la población general de los conductores embriagados en las calles y carreteras, mientras el número de autos aumentaba.

Igualmente, a medida que avanzaba la industrialización, el número de operarios de maquinarias también proliferaba, bajo el mismo panorama.

En años recientes, el abuso de alcohol tanto en el ambiente laboral como en el  recreacional ha enfatizado la necesidad de la detección y la intervención antes de que ocurran accidentes costosos e incluso mortales.

Las entidades gubernamentales (en Estados Unidos y Europa) han ordenado que se realicen pruebas de alcohol en las plantas de energía nuclear desde hace varios años, y la ley de Pruebas en Empleados de Transportes  Omnibus de 1991 administrada por el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) exige pruebas de alcohol para aproximadamente 7.5 millones de empleados de “seguridad vulnerable” en camiones, aerolíneas, trenes (transporte público de personas y carga), oleoductos e industrias marítimas.

Por causa de su confiabilidad, por sus resultados inmediatos y su facilidad de empleo todos los tests de confirmación para empleados y usuarios del servicio regulados por el Departamento de Transporte de Estados Unidos, el Servicio de Guardacostas, la Administración Nacional de Seguridad de Tránsito en Carreteras (NHTSA), entre otros, deben ser llevados a cabo con un probador de alcohol en el aliento.

Conscientes de la responsabilidad creciente, las primas de seguros y los costos de indemnización al trabajador, las empresas no oficiales (sector privado) que han ido implementando programas de pruebas de alcohol en el aliento como parte de su lucha contra el abuso de sustancias, van en aumento. El abuso de alcohol les cuesta billones de dólares a las compañías cada año. Considere que el abuso de alcohol ocasiona:

Un 40% de los accidentes industriales.
Entre un 30 y un 35% de productividad más baja en los empleados.
Un 20% del total de los costos de salud de las empresas.

Al ser usado como parte de un programa completo contra las sustancias de abuso, realizar pruebas de alcohol en los empleados utilizando instrumentos de pruebas de aliento tiene mucho sentido, económicamente hablando.

A diferencia de otros métodos de pruebas, los medidores de alcohol en el aliento dan resultados inmediatos, y -lo que es más importante- el análisis de alcohol en el aliento con equipos de calidad aprobada por los departamentos reguladores de las leyes de tránsito en todo el mundo, es tan confiable como los métodos de laboratorio clínico.

A diferencia de muchas comidas, el alcohol no requiere ser digerido por el cuerpo humano. Alrededor del 80% del alcohol que se consume es absorbido intacto por el torrente sanguíneo, principalmente a través del intestino delgado. El otro 20% es absorbido directamente a través de la boca, la garganta y las paredes del estómago.

El determinante más significativo en la forma como el cuerpo absorbe el alcohol es la cantidad de alimentos ingeridos durante o previamente al consumo de alcohol.

Una gran cantidad de comida en el estómago hace más lenta la absorción de alcohol por parte del cuerpo. En contraste, si no hay comida en el estómago, la absorción será más rápida. La absorción completa de una bebida alcohólica toma alrededor de 50 minutos después de consumida.

Una vez que es absorbido, el alcohol es distribuído dentro del cuerpo humano por el torrente sanguíneo. La sangre lleva moléculas de alcohol al hígado, al lado derecho del corazón, a los pulmones y luego al lado izquierdo del corazón desde donde es distribuído al resto del cuerpo en cuestión de segundos.

La concentración de alcohol es directamente proporcional al contenido de agua en el cuerpo de cada individuo. Esto significa que la concentración de alcohol variará de acuerdo con el peso corporal de cada persona, sexo y edad.

Como regla general, entre mayor sea el peso de la persona, mayor debe ser la cantidad de alcohol que debe consumirse para alcanzar una concentración específica de alcohol en el cuerpo.

El alcohol ingerido se evapora con el aliento y luego se exhala desde el cuerpo con cada espiración. El intercambio de alcohol entre la sangre y el aliento ocurre en los alveolos pulmonares. Esta zona se conoce como la región profunda del pulmón. Los alveolos son pequeños sacos de tejido con un alto suministro de sangre del corazón. La capa delgada de tejido entre los alveólos y los vasos capilares es muy permeable por difusión a ciertas moléculas, una de ellas es la del alcohol.

El alcohol es eliminado por el cuerpo de tres maneras: metabolismo, excreción y evaporación. El rango en que cada uno de estos tres procesos ocurre varía de persona a persona. Aproximadamente el 80% del alcohol es eliminado mediante un proceso metabólico en donde el hígado descompone el alcohol complejo en sus componentes básicos, a saber, oxígeno, hidrógeno y carbono.

Sólo el tiempo que lleva metabolizar el alcohol puede removerlo del cuerpo humano. Una buena regla es permitir que pase una hora entre bebida y bebida, -en cifras, una sola cerveza de 12 onzas, un vaso de vino o un “trago” de licor fuerte-.

Hay una ampia gama de pruebas utilizadas para evaluar la concentración de alcohol en diversos fluidos del cuerpo, como son la orina y la saliva, pero como hemos visto, sólo la concentración de alcohol en el plasma de la sangre tiene un significado real, médica y legalmente relevante en cuanto a los efectos que pueda tener esta concentración en el sistema nervioso (sobre todo, en el cerebro).

LOS PROBADORES

En los años cuarenta un grupo de fabricantes desarrolló los probadores de alcohol en el aliento. Éstos empezaron a ser usados por las entidades policiales. Aunque los primeros modelos eran rudimentarios, todos ellos proveyeron resultados efectivos e inmediatos cuando las pruebas de sangre resultaban imprácticas. En los años siguientes aparecieron nuevos métodos de pruebas de aliento, entre los que se cuentan la cromatografía de gas, la espectrometría infrarroja, sensores semiconductores de gases, y últimamente, la celda electroquímica de combustible.

Actualmente sólo se admite como prueba legal del grado de alcohol en sangre una mínima parte de los múltiples equipos que se ofertan, aunque el resto de ellos da una excelente idea para determinar si el individuo sujeto al test puede o no conducir.

Sólo los equipos a base de espectrofotometría infrarroja y celdas electroquímicas  de combustible son considerados por las diferentes agencias reguladoras en Estados Unidos y Europa como de confianza para la medición de alcohol en aliento.

Estos no permitirán resultados positivos falsos que podrían ocurrir por alcoholes presentes únicamente en la boca del examinado (tales como los que pueden estar presentes en algunos enjuagues bucales, medicamentos u otros productos de confitería).

Como ya hemos mencionado, el alcohol es eliminado por el cuerpo de tres maneras: metabolismo, excreción y evaporación, lo que los medidores de alcohol en aliento, aprobados por las autoridades en todo el mundo detectan no es el alcohol evaporado en la respiración, sino el derivado de una ley de física llamada Ley de Henry, que dice que la concentración de gases en la superficie de un líquido es  la misma que en el dicho líquido, en este caso, el líquido es la sangre, y la superficie es la interfase gaseosa en el alvéolo pulmonar. Esto se hace por medio de un complicado algoritmo, realizado por los microprocesadores del equipo.

Dentro de las propiedades que hacen legalmente fiables los equipos está la característica de analizar una muestra de aire alveolar o de pulmón profundo. Si no se obtiene una muestra de alcohol de pulmón profundo, la muestra analizada puede diluirse con el aliento de una menor concentración de alcohol del tracto respiratorio superior, o del aire ambiental. Esto dará como resultado un resultado de prueba por debajo de la calidad óptima. en una cámara aislada dentro del aparato, lo que garantiza que la muestra analizada viene

Los equipos utilizados requieren que el examinado sople por un mínimo de tiempo, de la región de aire alveolar de los pulmones.

Otra garantía de la pureza del aire de prueba es la de formar un circuito cerrado con el sensor del aparato, de manera que no haya contaminación de la muestra desde el alvéolo hasta la cámara medidora en el equipo, por medio de una boquilla, que puede ser desechable o reesterilizable, siempre que el agente del orden le muestre al usuario que el envase de la boquilla está siendo abierto en ese instante. Existe lo que se llama el muestreo indirecto o pasivo de alcohol, que determina la existencia de dicha sustancia en el ambiente, de manera inespecífica, pero permite al agente de la ley someter a las personas presentes a la prueba de aliento directa “con causa justificada”.

Puede usarse en recipientes para saber si su contenido es alcohólico o no. Como aspecto relevante está la capacidad de poder imprimir el resultado, con la identificación del sujeto, fecha y hora, para fines legales de indisputabilidad.

Para expresar la medición, en la mayoría de los equipos, se utiliza el término BAC, que no es más que las siglas en inglés de Breath Alcohol Content, o contenido alcohólico en aliento, y equivale al peso de alcohol expresado en gramos por 210 litros de aliento de la persona examinada.

 En otros países esta medida puede ir desde 0.5 en Australia, Alemania, Austria, Bélgica, Holanda, Francia o España, hasta 0.8 como en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Brasil, Suiza o Nueva Zelandia. En la República Dominicana lo dictaminará la ley que deberá regular el uso de estas mediciones.

Existe la llamada “tolerancia cero”, en que este BAC debe ser menor  de 0.2 en algunos países hasta 0.00 (o sea_ nada) en otros, que se aplica en la mayoría de las naciones con leyes de restricción alcohólica para conducir, para menores de edad o infractores recurrentes, en Australia esto aplica durante los dos años posteriores a la obtención de la licencia de conducir, independientemente de la edad.

Las penas por violar estos márgenes también son muy variadas, desde multas, trabajos comunitarios, asistencia a programas especiales de recuperación, pérdida del permiso de conductor temporal o definitivamente, hasta prisión.

La obligatoriedad de someterse al uso de los medidores de alcohol en aliento, también varía desde la necesidad por parte de la autoridad de una “causa justificada” en Alemania, Canadá y algunos estados de Estados Unidos, al uso compulsorio por orden de la autoridad en el Reino Unido, hasta el que en algunos estados de Estados Unidos, el negarse a tomar la prueba es un delito mayor que el hacerlo con un índice ilegal de BAC.

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