Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de defunción en todo el mundo. Cada año mueren más personas por alguna de estas enfermedades que por cualquier otra causa, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se calcula que en 2012 murieron 17.5 millones de personas por enfermedades cardiovasculares, lo cual representa el 30 % de las defunciones registradas en el mundo.
De esas defunciones, aproximadamente 7.4 millones se debieron a cardiopatías coronarias, y 6.7 millones a accidentes cerebrovasculares.
El informe apunta que estas patologías afectan en mucha mayor medida a los países de ingresos bajos y medios: más del 80 % de las defunciones por esta causa se producen en esos países y afectan casi por igual a hombres y mujeres.

En los países de América, se estima que causan 1.9 millones de muertes al año.

Sin embargo, una alta proporción de estas enfermedades se pueden prevenir si se sigue una dieta saludable. Lo que comemos puede influir de forma considerable sobre el buen funcionamiento del corazón.

Aunque la dieta en conjunto debe cuidarse para proteger al corazón y garantizar su buen funcionamiento, hay algunos nutrientes que pueden influir positivamente sobre éste órgano, tales como las grasas saludables.
“Nuestro cuerpo necesita las grasas para funcionar adecuadamente, pero es importante tomar en cuenta las grasas saludables que benefician el corazón y funcionan como protector cardiaco, evitando el entaponamiento de las arterias y enfermedades cardiacas”, señala la nutricionista Giselle Escaño, mejor conocida por sus pacientes como “Dra. Gi”.

Los mejores aliados. La doctora Escaño indica que para que en nuestro régimen alimenticio no falten los nutrientes que ayudan a cuidar la salud del corazón debemos incluir:

Nueces. Estas contienen grasas saludables que intervienen en el control y reducción de los triglicéridos y colesterol del organismo, lo que les convierte en alimentos cardio-protectores.
Ella destaca que la Asociación Americana del Corazón recomienda consumir cuatro porciones semanales de nueces sin sal y sin aceite, tomando en cuenta que contiene calorías y debemos controlar las porciones.
Aguacate. Es un fruto alto en grasas sobre todo grasas monoinsaturadas saludables para el corazón, de acuerdo con la Harvard School of Public Health cuando se consumen grasas no saludables como grasas saturadas y trans, la grasa mono insaturada que contiene el aguacate reduce el colesterol malo o LDL al igual que el colesterol total, refiere la especialista en nutrición.
Avena. Contiene ácidos grasos omega-3 y es también rica en fibra soluble, magnesio, potasio y niacina. La avena ayuda a disminuir el colesterol malo (LDL) que son las grasas que forman las placas en las arterias provocando enfermedades cardíacas.

El acai (pronunciado “asai”). Se trata de una palmera que se encuentra ampliamente distribuida en la zona del norte de América del Sur.
De acuerdo a ciertas investigaciones, el acai tiene un contenido mayor de antioxidantes que los arándanos rojos, las frambuesas, las moras, las fresas o los arándanos azules. El acai es utilizado en casos de osteoartritis, el colesterol alto, para la pérdida de peso y la obesidad, para la “desintoxicación” y para mejorar la salud en general.

Salmón silvestre. Este pez es rico en ácidos grasos omega-3, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico. Las grasas buenas en el salmón reducen la inflamación, mantienen el flujo sanguíneo y bajan los triglicéridos.

Legumbres. Son una fuente básica de proteínas con un aporte calórico moderado. Contienen una alta cantidad de hierro, incluso más que la carne. Aportan vitaminas B, calcio, zinc, fosforo y magnesio, nutrientes beneficiosos para la salud. Al igual que la fibra soluble, fuente importante que reduce el colesterol.
Ajo. El sulfito de hidrógeno, que es lo que provoca el olor en el ajo, es un estimulante de las células que forman las membranas que dilatan y relajan las arterias, lo cual reduce la presión sanguínea y así transportan más oxígeno a las células.
Aceite de oliva. Reduce el riego de enfermedades cardiacas porque disminuye los niveles de colesterol LDL. Las lipoproteínas están hechas de grasa y proteína, éstas transportan colesterol, triglicéridos y otros lípidos en la sangre a diversas partes del cuerpo.