La osteoporosis es una enfermedad progresiva y sistémica que se caracteriza por la alteración de la micro-arquitectura del hueso: adelgazamiento, porosidad y disminución de la densidad mineral. Estos cambios hacen al hueso frágil y propenso a fracturas.
Es el padecimiento más frecuente del hueso y se le considera como una “enfermedad silenciosa”, ya que no suele producir cambios notables en la salud de las personas afectadas, pudiendo ser una fractura la primera manifestación.

De acuerdo con diversos informes, esta condición es responsable de más de 1.3 millones de fracturas anualmente a nivel mundial, y aunque afecta a ambos sexos, es más frecuente en mujeres y en mayores de 50 años.
El hecho de que la mayor parte de las personas afectadas sean mujeres en la menopausia, se debe a que la reducción en los niveles de estrógeno que se produce en este periodo constituye uno de los principales factores de riesgo.
Otros factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad son: una historia familiar de osteoporosis, amenorrea prolongada premenopáusica o no haber tenido hijos.
También influyen en su aparición el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, el bajo consumo de calcio y la vida sedentaria.
¿Cómo alejar la osteoporosis? Para la nutrióloga clínica Ana Carolina Báez, la alimentación y el estilo de vida influyen de forma directa en la prevención de la osteoporosis.
“Se considera que durante toda la vida se debe invertir en la salud de los huesos con una alimentación equilibrada y balanceada, así como actividad física regular”, indica.
Afirma que es importante que se le preste atención a estos aspectos desde la infancia, pues el 40 % de la masa ósea se forma entre los 9 y 14 años de edad y alcanza el 90 % entre los 18 y 20 años de edad.

“El hueso está en constante formación y para ello requiere de nutrientes esenciales que obtenemos en la dieta, siendo el calcio el más importante, ya que es el mineral más abundante en su estructura”, sostiene Báez, quien es la vicepresidenta de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo.
Asimismo, para conservar una adecuada densidad ósea también son necesarios otros nutrientes, como vitamina D, vitamina K, potasio, magnesio y flúor.
En cuanto a la vitamina D, explica que es necesaria para una adecuada absorción de calcio. La misma se obtiene por exposición al sol, alimentos y tomar suplementos de ser necesario.

Para garantizar el aporte de estos nutrientes se requiere una alimentación variada, que incluya lácteos y sus derivados (quesos, yogurt); especies del mar (pescados, sardinas, calamares); leguminosas (habichuelas, lentejas, garbanzos); frutos secos (almendras y nueces); verduras y hortalizas verdes (espinacas, vainitas, brócoli, apio, perejil); así como cereales y huevo.
El requerimiento diario de calcio depende de la edad: en mujeres mayores de 19 años es de 1000 miligramos, incluso durante la menopausia; en hombres en ese mismo rango de edad, 1200 miligramos por día (aunque sean mayores de 70 años).

Los ejercicios apropiados. La doctora considera que otro aspecto muy importante para mantener la salud del hueso es realizar actividad física.
“El ejercicio de fortalecimiento muscular, con pesas, bandas elásticas o el propio cuerpo de 2 a 3 veces por semana contribuye a mantener una densidad ósea adecuada y huesos más resistentes”, detalla.

También recomienda caminar, nadar, bailar y trotar.
Otros hábitos. Además de lo mencionado anteriormente, la doctora Báez señala que para prevenir la osteoporosis es necesario:

1- Exponerse al sol en las primeras horas del día.

2- Evitar el exceso de alcohol.
3- No fumar.
4- Evitar dietas extremas y muy restrictivas.
5- Consultar con su médico de cabecera el momento en que debe hacer una densitometría ósea y si necesita algún suplemento.