Los 14 mercados binacionales que se celebran los lunes y viernes de cada semana en las provincias Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales, constituyen el principal puente a través del cual ingresan al país cientos de miles de haitianos, evadiendo fácilmente el control de las autoridades.
Esos intercambios comerciales entre dominicanos y haitianos se realizan desde mediados de la década de 1980, cada lunes y viernes, y se han convertido en una importante fuente de ingresos en las empobrecidas provincias fronterizas.
Por cuanto constituyen un amortiguamiento, un doble beneficio para este país, porque miles de dominicanos prácticamente viven de la compra y venta de mercancías, y por igual los haitianos.
¿Se atrevería alguien reclamarle al Gobierno el cierre de esos mercados, o que sea mensual o bimestralmente, como forma de disminuir la presencia de haitianos en territorio dominicano”? Ni los más rancios “nacionalistas” se atreverían a proponerlo.
El senador de Elías Piña, Adriano Sánchez Roa, afirma que los estudios que posee indican que los mercados binacionales de importación y exportación de la línea fronteriza generan RD$3,750 millones cada mes, al año alrededor de RD$45,000 mil millones.
Al tiempo de confirmar que el mercado binacional es la principal actividad económica de su provincia, explicó que solo los lunes y viernes de cada semana al municipio de Comendador ingresan entre 1,000 y 1,500 haitianos, sin contar los que llegan por Guayajayuco, Los Cacaos, Cañada Miguel, Bánica, La Caoba, entre otros.
“Mira, solo el mercado binacional de este municipio de Comendador, que no se reduce a lunes y viernes porque los demás días entran alrededor de 100 haitianos, genera entre 6,000 y 7,000 empleos formales e informales, y si tu multiplicas por 4 el promedio de familia, estamos hablando de 28 mil personas, más de la mitad de los habitantes de la provincia dependen de ese comercio”.
Pocos controles. Tampoco las autoridades dominicanas han mostrado ningún interés en la construcción de infraestructuras físicas y la instalación de equipos tecnológicos, al menos en Dajabón y Comendador, donde se celebran los dos principales mercados, para establecer niveles de control que les posibilite saber cuántos entran y cuántos retornan a su país.
Después de iniciarse esos mercados, solo se ha hecho un censo con fondos de la Unión Europea, en el 2010, con la supervisión del Centro de Exportación e Importación de República Dominicana-CEI-RD, el cual arrojó que 181,707 personas visitaban los mercados binacionales entre los dos países, de los cuales 95,055 (un 52.03%), eran dominicanos y 86, 652 (un 47.7%) haitianos, durante la primera década.
Esos mercados se celebran a cielo abierto, los miles de haitianos ingresan a territorio dominicano, una parte se coloca en cualquier espacio vacío que encuentre dentro del casco urbano del municipio de Comendador, otros simulan estar vendiendo cualquier tontería, aprovecha y desaparece internándose en pequeños bosques.
Como desde hace varios años operan bandas de tratas de personas compuestas por dominicanos y haitianos, muchos de esos extranjeros antes de ingresar a territorio dominicano han contactado a esos grupos para los peregrinajes que los llevaran al lugar preferido.
Cesfront garantiza vigilancia. El Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront), consultado por Hoy, explicó que mantienen un fuerte dispositivo de vigilancia en la zona fronteriza, para controlar el paso de indocumentados inclusive en los mercados binacionales.
En ese sentido la entidad expresa que mantiene un dispositivo permanente de seguridad en los pasos formales de entrada y salida, sus agentes realizan un patrullaje motorizado con vehículos todo terreno.
En cuanto a los mercados binacionales, los días que se realizan se incrementan los controles en las inmediaciones y en Aduanas, “para evitar que esa actividad sea utilizada para el trasiego.
El Cesfront asegura que realiza un patrullaje constante en los principales pueblos fronterizos así como establecemos puntos de controles a la salida de esas poblaciones.
Asimismo, que despliegan puestos de centinelas fijos en toda la Línea Fronteriza, la vigilancia es 24 horas con drones equipados con cámaras térmicas y visión nocturna.
“Mantenemos un personal calificado en nuestro Centro de Monitoreo para dar alerta temprana ante cualquier ilícito en nuestras áreas de responsabilidad.
“Desplegamos un equipo de supervisores encargados de velar para que los soldados hagan su servicio correctamente las 24 horas”, refiere la entidad encargada de la vigilancia en toda la zona fronteriza.