¿Cuál es la perspectiva para los mercados y la economía? ¿Es verdad que se derrumba toda la estantería o existen oportunidades e incluso ventajas para los inversionistas?
Con respecto a Europa, el impacto dependerá de la distancia al cráter de la bomba.
Cabe pronosticar que el más perjudicado será el Reino Unido. El ministro de Hacienda, John Osborne, advirtió el viernes que el referendo «probablemente provocará un fuerte shock negativo a la economía británica». El Institute of International Finance (Instituto de Finanzas Internacionales), que realiza análisis para el sector bancario, pronosticó que el país caerá en recesión en el segundo semestre.
Las consecuencias para la eurozona serán menores, pero significativas. El Instituto pronosticó que el crecimiento en los 19 países bajará a 1,4% el año próximo, comparado con 1,6% en 2016.
Fuera de la eurozona empieza a surgir consenso de que el daño será contenido.
Si bien el impacto directo sobre Estados Unidos de un menor crecimiento británico no es grande —las exportaciones estadounidenses al Reino Unido equivalen a 0,5% del PIB_, se prevé que habrá mucha incertidumbre.
El jefe de inversiones de Oppenheimer Funds, Krishna Memani, dice que la Fed y otros bancos centrales «harán lo que sea necesario para limitar las consecuencias del referendo (británico) y dar apoyo a la economía global».
Los economistas, impresionados por la vitalidad del consumidor estadounidense, prevén que la economía duplicará en abril-junio el crecimiento del 1,1% registrado en el primer trimestre. El gasto de consumo representa el 70% de la actividad económica estadounidense.