Nueva York.- El duelo del “Clásico de Otoño” llega al Citi Field de Nueva York con el equipo local de los Mets urgidos de conseguir la primera victoria después de haber perdido ante los Reales los dos primeros partidos de la serie al mejor de siete que se disputaron en el Kauffman Stadium, de Kansas City.
Los Mets están convencidos que lo van a conseguir no sólo por su rendimiento en el campo sino también por el apoyo que recibirán de los seguidores. “Tendremos nuestra fanaticada con nosotros ahora y eso les brinda mucha energía a nuestros muchachos”, declaró el manejador de los Mets, Terry Collins. “Estamos abajo, pero no estamos descartados y es otro reto más de los muchos que hemos tenido esta temporada».
En cuanto a la ventaja de la casa se refiere, los Metropolitanos tuvieron récord de 49-32 como local durante la campaña regular. En las primeras dos rondas de los playoffs, ganaron tres de los cuatro encuentros celebrados en el Citi Field ante los Dodgers de Los Ángeles y los Cachorros de Chicago.
Con una sola carrera anotada en los últimos 15 episodios de la serie, los Mets buscarán un impulso con el bate temprano en el tercer partido que genere el entusiasmo entre los fanáticos. Sin embargo, la historia no favorece a los neoyorquinos.
De las 78 series al mejor de siete en la historia que han iniciado con 2-0 a favor de uno de los equipos, la escuadra con dicha ventaja ha salido airosa 65 veces (83,3 por ciento).
La última vez que un grupo empezó con 0-2 y reaccionó para coronarse campeón de la Serie Mundial fue 1996, cuando los Yanquis de Nueva York ganaron a los Bravos de Atlanta. Curiosamente, los Mets de 1986 fueron uno de esos 13 equipos que remontaron y ganaron luego de estar abajo 0-2 en una serie 3-4, precisamente en la Serie Mundial contra los Medias Rojas.
Es esa clase de resistencia de la que necesitarán los Mets del 2015 para mantenerse con la esperanza de celebrar con champán el final de esta temporada.
“Uno de los motivos del tanto éxito del equipo este año ha sido la capacidad de manejar (la adversidad), superarla y ganar algunos juegos”, admitió el derecho novato Noah Syndergaard, que tiene la responsabilidad de lanzar el decisivo tercer partido.
Mientras que Collins cree que podría ser crucial la confianza fomentada por las victorias bajo presión en la recta final de la campaña regular y las primeras dos rondas de los playoffs. No obstante, los Reales han estremecido al cuerpo monticular de los Mets más de lo que algunas personas esperaban. Por lo tanto, está en manos de Syndergaard, de 23 años de edad, cambiar el curso de la conversación.
“Obviamente, no estaba en nuestros planes que esto pasara, vernos abajo 0-2”, admitió Syndergaard, quien se convertirá en el tercer pitcher más joven que abra un juego de Serie Mundial por los Mets. “Parte del éxito este año es porque hemos sido resistentes, a la hora de superar obstáculos y ganar algunos juegos».
Mientras que los Reales confían plenamente en el joven dominicano Yordano Ventura, de 24 años, que asegura que no tiene ningún tipo de presión extra y además cuenta con todo el apoyo del manejador del equipo, Ned Yost.
“Ni nervios, ni ansiedad, ni nada parecido, no siento nada de eso en este momento”, proclamó Ventura. “Estoy listo, como lo estamos todos nosotros. Siento que todo mi equipo está conmigo. Y estoy preparado para este juego».
Tanto Ventura como Syndergaard tienen un poder extraordinario en su brazo derecho y ambos lanzan rectas de humo que son muy difíciles de hacer contacto por los bateadores y en el caso de Ventura tiene a su favor la experiencia la pasada Serie Mundial.
“Me emociono bastante cuando poncho a alguien en una situación grande, eso lo tengo en la sangre, pero en eso he cambiado mucho”, manifestó el derecho de 24 años de edad. “A lo mejor algunos bateadores me pueden juzgar mal (por sus reacciones) y me dicen algo, pero ahora simplemente los ignoro».
El orgullo de querer sobresalir como lo han hecho sus compatriotas Edinson Vólquez y Johnny Cueto, que constituyen como él una hermosa hermandad de la tierra del merengue en Kansas City, es otro aspecto interesante con miras a la apertura de Ventura en el Citi Field. “Voy a darlo todo por mi país y por los Reales”, subrayó Ventura.
“Estoy emocionado por ser parte de todo esto. Me sentí bien triste por lo que le pasó al papá de Vólquez. Trataré de subirme a mi país a los hombros para obtener la victoria». De lo que nadie duda es que un triunfo de los Reales en la Gran Manzana les pondría a las puertas de volver a conseguir el título de la Serie Mundial, mientras que una derrota permitiría a los Mets darle el aliento suficiente para volver a protagonizar un “Clásico de Otoño” de siete juegos como sucedió en 1986 y en el que al final fueron los campeones.