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MADRID, EFE .- Los mexicanos Trista, que debutaron ayer en la LatinoAméricaFashion Week (LAF) de Madrid, señalaron en una entrevista con Efe que «en México no tenemos todavía un nivel tan avanzado en el sistema de la moda, pero hay talento en los diseñadores y vamos a intentar exportarlo».
Jose Alfredo Silva y Giovanni Estrada son el alma de Trista, una marca que busca hacerse un hueco en la moda con sus mimadas prendas, fruto de su gusto por la elegancia y por las épocas pasadas, que consiguen trasladar al siglo XXI.
Para ambos, participar en la LAF «es todo un reto». «El Enfrentamiento con una cultura distinta es un aprendizaje constante».
Ambos diseñadores coincidieron en señalar que en México «no hay todavía un nivel tan avanzado en el sistema la moda» como en Europa pero subrayaron que tanto en su país como en toda Latinoamérica «hay talento en los diseñadores y vamos a intentar exportarlo». Para Giovanni «es interesante ver cómo parte de Europa está volteando hacia América Latina y si apoyan a Julia y Ranata y a Trista en México están apoyando a toda la industria».
Ambos definen Trista como una marca muy joven con la que quieren hacer una propuesta de diseño de producciones limitadas, «no son ni piezas únicas, ni grandes producciones, ofrecemos a la gente exquisitez en la ropa, sumamente ponible, práctico, funcional pero no es lo común».
«Trista ofrece un concepto, no una pieza nada más», señaló Silva.
Fruto de esa imaginación es «Alicia melodiosa escupe mariposas doradas, las teje con hilos de plata y escupe dragones con corbata», que será la marca que lleven por todo el mundo, aunque todavía van a esperar para presentarla en sociedad.
De momento, Trista debutó en la LAF con una colección titulada «Escúchame con los ojos», en la que evocan el México imperial del siglo XIX, tras la instauración del Segundo Imperio Mexicano.
Según contó a Efe, Silva el punto de partida de la colección es el libro «Noticias del Imperio» de Fernando del Paso, una crónica contada en primera persona por la emperatriz Carlota, esposa de Maximiliano de Austria, encerrada por su supuesta locura tras la muerte de su esposo en el Castillo de Bouchout en Bélgica.
A estos dos jóvenes mexicanos les gusta trabajar con imágenes literarias y, según contaron a leyendo el libro «nos dimos cuenta de que uno percibe las cosas de distinta manera en primera o en tercera persona, por lo que tratamos de aplicar esa manera de percibir algo desde fuera y desde adentro en nuestro diseño».
Las siluetas asimétricas pero equilibradas se dejan ver en toda su colección Primavera-verano 2008, así aparecen faldas de gasa sujetas con largos cinturones de piel, camisas de seda con jaretas y mangas abullonadas, y vestidos que destacan por su suave caída del corte.
Los dos coinciden en señalar un vestido gris con gasas beige superpuestas como su prenda favorita de esta colección «por su juego de volúmenes y combinación de textura» -algodón con seda- y por ser «una pieza sumamente ligera, ponible y sensual, no en el sentido de enseñar sino precisamente por lo contrario, por lo coqueto e inocente», algo que concuerda con la filosofía de ambos.
