AUBURN HILLS, Mich. (ESPN Insider).- El entrenador de los Milwaukee Bucks, Terry Stotts, estuvo sentado por su cuenta en la esquina del vestidor visitante durante 45 minutos después del primer partido, aunque reservó todas las balas de su pistola para utilizarlas otro día.

Su equipo había intentado las misma cantidad de lanzamientos libres que los Pistons habían fallado, pero Stotts no estaba listo para hablar públicamente acerca de la dispareidad de 34-10 en libres. Quizás llegue un momento en el cual hablaremos de eso, pero todavía no llegó ese momento. “No voy a hacer eso esta noche”, dijo Stotts.

Yo dije de antemano que su equipo estaba siendo tratado como un octavo sembrado, que es lo que debía esperar de antemano.

“Sí, así lo veía yo”, dijo Stotts. “Ellos y San Antonio son probablemente los dos equipos más físicos en la liga, pero sin embargo ambos van a la línea de libres más que el resto”.

Stotts simplemente estaba hablando de hechos, y estaba a la vez pensando en una estrategia para el segundo juego el miércoles por la noche. Más que necesitar que su equipo visite la línea de libres, necesitan que vuelvan a defender.

Los Bucks perdieron la batalla de puntos en transición por 21-7, y la de la línea de libres por 24-8, en un partido que representó la típica victoria de los Pistons. Detroit estaba al frente por seis puntos al terminar la primera mitad, estiraron el liderazgo a 19 en el tercer cuarto, se aburrieron y dejaron los Bucks descuenten a cuatro en el período final, pero luego definieron el encuentro con una racha de 9-0 para que el partido termine siendo una paliza.