Los mini jardines de musáceas en la República Dominicana

Los mini jardines de musáceas en la República Dominicana

De las plantas más conocidas, unas de ellas son las musáceas (plátanos, guineos, rulos y otras) que,  como en el caso de los guineos o bananas, son las segundas frutas más consumidas, después de las naranjas a nivel mundial y, en el caso de los plátanos, después del arroz y el maíz, es la fuente principal de carbohidratos en el mundo, especialmente en el mundo  en vías de desarrollo.

Ahora bien, ¿qué significan estas plantas para nuestra sociedad en lo de Mini Jardines?

¿Pueden ser los plátanos, los guineos, los rulos y muchas de las mil variedades de esas plantas un atractivo temático real que promueva nuestra cultura y economía, nuestra cotidianidad?

Claro que sí. Sólo falta que alguien en los estamentos políticos de nuestra sociedad, ministerios correspondientes a la Agricultura, Turismo, Cultura o Liga Municipal, ayuntamientos, entre otras, se dispongan a coordinar con nuestras instituciones privadas como las cámaras de comercio, la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (Asonahores), la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), para mencionar sólo algunas, se pongan de acuerdo y “cámara, acción”.

Personalmente creemos que a un turista nacional o extranjero le sería muy atractivo que en una determinada comunidad él pueda conocer de cien plantas disintas de guineos, plátanos o rulos de las miles de variedades que existen y que bien pueden ser una atracción: temática real, educativa, turística, recreativa, de investigación e inclusive hasta de entusiasmo para cultivar.

Un plátano trescientos, al lado de un guineito dedito, un “rompe” o uno morado, deben ser no sólo un atractivo para el turista extranjero sino para todos nosotros, por lo que un parque temático en este sentido facilitaría muchas cosas.

Vamos a imaginarnos que los turistas que nos visitan conocen y prueban nuestros rulos o los guineitos chiquitos y que se desarrolla una demanda de algo que podemos suplir de manera orgánica o convencional. ¿Qué pasaría en nuestra economía, cuántos nichos podríamos despertar en nuestra ruralía? No es importante que alguien produzca rulos, pero ¿ha consumido usted estos víveres hervidos, fritos o en dulces?

En un parque realmente temático, como son los mini jardines, debemos además exponer las artesanías y resultados que pueden ser hechos con las fibras de esas plantas, como telares, ropa, sombreros, fundas, cajas, entre otras tantas que motivarían que los visitantes (espero principalmente los niños) se motiven a ser agroproductores o artesanos de estas plantas.

Del turismo culinario podemos copiar mucho, pero esas plantas nos pueden mostrar decenas de platos a ser mostrados a nuestros conciudadanos, pero de nuevo vemos que esas plantas tienen mucho potencial de ser fomentadas con fines de servir a nuestra culinaria.

Usted, amigo lector, que ha probado un buen guineo maduro como fruta, pero que además a saboreado un tostón de plátano verde o uno de un guineo verde entero, un plátano maduro al caldero, un pastelón con plátano maduro sea macho o hembra o un buen plátano híbrido, además de unos tostoncitos “chips” para picaderas son solo algunos productos que podemos mostrar al consumidor.

¿Sabía usted que, de los primeros alimentos para niños que se hicieron, fueron las compotas de guineos maduros, donde aún tenemos mucho potencial de desarrollo, aunque no aprovechamos las experiencias que la Grenada Company nos dejó en Manzanillo?

Los parques temáticos deben ser o estar acordes con nuestra cultura y economía. Por eso creemos firmemente en los mini jardines, pues además de centros de distracción para los visitantes tienen una “surrapa” de fomento económico que debemos estudiar.

¿Se imagina usted -lo escojo al azar- un europeo disfrutando de un mangú de plátano o de un rulo dietético encebollado, con una longaniza criolla, un queso blanco o un pescado con coco, lo que puede ser en la expansión de venta de nuestros bienes agropecuarios a nivel local o internacional?

Esperemos que algunas comunidades se motiven a crear parques realmente temáticos, como serían los mini jardines. Claro, son económicos o baratos y las mordidas no son iguales. “La suerte está echada”. 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas