Los míos, los tuyos y los nuestros

Los míos, los tuyos y los nuestros

Bonaparte Gautreaux Piñeyro

Los números del gobierno dicen que andamos bien, pero… ¿Acaso es bueno que estudiantes de tanda extendida del politécnico Ema Balaguer, de Sabana Perdida, coman en el piso por falta de un comedor cuya construcción se inició hace cinco años y hasta ahora no ha sido terminado?
Todas las semanas el Presidente de la República inaugura una nueva escuela o la remodelación de otro plantel escolar. La información del politécnico se publicó el día 8 de noviembre, hasta el momento, el arquitecto que dirige el Ministerio de Educación no ha dicho esta boca es mía y ninguno de los entes del Estado que construyen obras se ha enterado. Es decir, la Oficina Supervisora de Obras del Estado ni el Ministerio de Obras Públicas han dicho esta boca es mía.
Vamos bien, no sé para donde vamos, no sé hacia dónde nos dirigen, pero vamos bien, según publica la prensa, la del dijo y agregó, que investiga poco, si es que investiga y acepta como bueno lo que dicen los funcionarios.
Vamos bien, tres mil seiscientos 84 funcionarios no han realizado la declaración de sus bienes, como manda la ley, y no pasa nada. No pasa nada. El Ministerio Público carece de iniciativa, sólo actúa por órdenes, lo cual es muy grave.
Dado que la ley no prevé sanciones, su cumplimiento se convierte en una especie de patente de corso para beneficio de todos, menos uno que otro caso como el escándalo del presidente de la Cámara de Diputados, quien parece haber actuado como decía Joaquín Balaguer de uno de sus funcionarios.
Ante una hermosa residencia de verano ubicada en Jarabacoa o Constanza, el mandatario preguntó quién era el feliz propietario de la misma y cuando le informaron, se limitó, socarronamente, a comentar: cuánto ahorra ese muchacho, recién estrenado entonces como funcionario, aún alimentado de la ubre de un Estado tan permisivo que da vergüenza.
Como todos los años, el proyecto de Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos públicos es mucho mayor que los ingresos proyectados y posibles, criticamos los emprestititos negociados por Báez y Lilís, mientras vemos cómo pelafustanes se llenan los bolsillos de dineros mal habidos fruto de los préstamos con los que el gobierno engrosa la deuda externa hipotecando nuestro futuro.
¿Quién ha calculado cuánto tiempo tendrán que trabajar nuestros nietos para que se pague la deuda eterna, cuyo manejo se vuelve humo para el país y sirve para aumentar riquezas mal habidas?
Además, sume la invasión haitiana, que cuenta con el favor de Estados Unidos, Canadá, Francia y ahora nos mandan, y aquí los aceptamos, narcotraficantes de otros países que temen ser deportados a su tierra. ¡Ya si llegamos!

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