TAHIRA VARGAS
La visión sobre la familia dominicana ha estado permeada por mitos y por modelos que no necesariamente concuerdan con la realidad de esta estructura social.
La desmitificación de estos arquetipos que se manejan en las instituciones educativas y religiosas se hace necesaria para no seguir promoviendo patrones que no se corresponden con la realidad y que generan conflictos con la misma.
El cuestionamiento de los mitos y el planteamiento de su ruptura lo hacemos en base a datos cualitativos obtenidos en etnografías y estudios de casos realizados en distintas zonas rurales y urbanas del país.
Los principales mitos que encontramos con relación a la familia en la sociedad dominicana son los siguientes:
1. Primer mito: La estructura familiar es una estructura única, Familia Nuclear (padre-madre-hij@s) , las otras estructuras son «familias en crisis», «deterioro de la familia» o «familias disfuncionales».
La sociedad dominicana es diversa en sus distintas formas y expresiones culturales. La comprensión de esta diversidad es una premisa importante para entender sus estructuras e instituciones sociales y los patrones de socialización presentes en ellas. La estructura familiar en la sociedad dominicana es muy heterogénea. La familia nuclear formada por padre-madre- hij@s no es la única estructura existente ni la predominante.
En la sociedad dominicana conviven distintas estructuras familiares desde cientos de años atrás, por lo que no son estructuras nuevas ni fruto de crisis internas en la familia, sino que subsisten en la historia social de nuestro país y que en muchas de ellas se han producido incrementos considerables con los cambios que sufre nuestra sociedad.
Estas estructuras familiares existentes son las siguientes:
* Familia Nuclear. Formada por padre-madre-hij@s. En muchos casos las familias nucleares están en permanente recomposición por las separaciones conyugales y los padres presentes no necesariamente son padres de tod@s l@s hij@s que conviven en la unidad doméstica.
* Familia monoparental. La familia monoparental en nuestra sociedad tiene una predominancia matrifocal, formada por madre-hij@s pero con tendencias últimas de incremento de la forma patrifocal, padre- hij@s con el incremento de la migración femenina a Europa y otros países de América Latina.
* Familia extendida o extensa. La familia extendida o extensa es muy frecuente en nuestro país, tanto en la zona rural como en la urbano-marginal por la alta presencia de madres adolescentes solteras y por la migración femenina. Así en la familia extensa podemos encontrar las abuelas-hij@s-niet@s o abuelas- niet@s. En algunos casos encontramos también hij@s de las abuelas que no son padres ni madres de l@s niñ@s en el hogar. Otros casos también frecuentes son ti@s que tienen a su cargo sus hij@s y l@s hij@s de sus hermanas o hermanos en la unidad doméstica.
* Familia unipersonal. Formada por hombres o mujeres que viven sol@s.
Hay que destacar que todas estas estructuras familiares son desde el estudio de parentesco familias, no predomina una forma sobre otra. Todas las estructuras familiares son funcionales porque tienen vínculos con la sociedad, reproducen los patrones y los valores culturales predominantes así como las relaciones de poder presentes en ellas y se integran a las dinámicas de cohesión social en la misma forma. Ninguna estructura genera más ni menos estabilidad social sino que se integra y reproduce las normas culturales predominantes en las relaciones entre sus miembr@s.
Los estudios de delincuencia que hemos realizado nos muestran que l@s jóvenes que están inmersos en conductas delictivas forman parte de familias nucleares, familias extensas y familias monoparentales en las mismas condiciones. No encontramos predominio de una estructura familiar en los perfiles de l@s mism@s e igualmente en una misma familia hay jóvenes con conductas delictivas y otr@s que mantienen las conductas sociales legítimas y de inserción al sistema educativo o laboral con respuestas de alta calidad.
2. Segundo mito: La familia nuclear es una estructura que genera armonía per se en tanto está «completa» en tod@s sus miembr@s.
En la familia nuclear encontramos el principal escenario de violencia de la sociedad dominicana, la violencia intrafamiliar tanto del hombre contra la mujer como de padres/madres contra l@s hij@s a través de las llamadas «pelas».
La violencia de padres-hij@s, abuelas o tíos hij@s se produce en todas las estructuras familiares. Sin embargo la violencia conyugal tiene su eje principal en las familias nucleares donde el hombre le pega, maltrata y llega a matar a su pareja porque se considera con autoridad para hacerlo porque ella le pertenece. La masculinidad construida en base a la violencia desde la niñez es la matriz hegemónica de la violencia así como la asociación entre esta masculinidad y el ejercicio autoritario del poder.
Las familias en nuestra sociedad tienen en sus matrices las relaciones de desigualdad entre hombre mujer y reproducen estas relaciones en sus distintas estructuras. La posibilidad de que la familia se convierta en una estructura de relaciones armónicas, equitativas y de ejercicio de derechos para tod@s sus miembr@s supone una transformación de las relaciones de género y del autoritarismo predominante en las relaciones entre sus miembr@s. No es la familia la única responsable de estos cambios culturales, sino todas las instituciones sociales y educativas.