Los molinos de viento del rechazo cívico

Los molinos de viento del rechazo cívico

Cual moderno Quijote, el presidente Mejía se ha propuesto a luchar por su reelección en contra de un contundente rechazo de la ciudadanía a su desacertada administración, que ha llevado a empobrecer a todos los sectores de la Nación, y dejando al país debatiéndose en la agonía de un estancamiento, que ha tirado por tierra todo los índices alentadores que habían sido el orgullo nacional en la última década del siglo XX.

Los molinos de viento, que ha tenido que enfrentar el presidente reeleccionista son de tal naturaleza, que derribarlos, a poco más de dos semanas de las elecciones, es una tarea descomunal e imposible de realizar, cuando toda una nación está empeñada en cambiar su actual conducción política, la cual ha sido nefasta para todos, en donde la nube de una corrupción rampante, cubre a los sectores políticos oficialistas que se han encargado de malversar billones de pesos, dejando a todas las instituciones devastadas. Esto presagia lo que ha de ocurrir desde el 17 de mayo al 16 de agosto, fecha en la cual se realizaría el traspaso de gobierno, si se cumplen todos los vaticinios que señalan las encuestas, y no se produce un arrebato estilo Jalisco.

Aparte de la permanente campaña sucia que ha venido desarrollando el candidato oficial reeleccionista, que de manera permanente se empecina en desmeritar la hombría de su principal rival y casi seguro su vencedor en las elecciones, figura la insistencia de buscar excusas para sus fracasos de no haber podido enfrentar la inflación galopante, el aumento del desempleo, y el empobrecimiento, que ha disminuido el ingreso per cápita de los dominicanos en más de $30 mil pesos anuales. Todo se lo quieren atribuir, los artífices de la propaganda reeleccionista, a favores externos de la economía y hasta a los sucesos del 11 de septiembre, el petróleo caro, y a la guerra de Irak, que han incidido en la inflación para que esté por encima del 50%, y de que todos los precios estén por las nubes, sin admitir que su ineptitud, y el empecinamiento de tantos colaboradores en solo buscar lo «mío», son las causas de como esos molinos de vientos se alzan como un valladar infranqueable para apabullar a un político, que ha pretendido humillar a los dominicanos, a nombre de ser atípico y repentista con sus continuos boches a todo el que se le cruza en su camino incluyendo sus colaboradores.

La Nación no resistiría un triunfo del PRD, con su candidato reeleccionista, ya que todas las actividades productivas, de por si malogradas, sufrirían un descenso más notable en sus índices de producción al actual, y es que se encarecerían de mala manera debido a una política complaciente reflejada principalmente de cómo se les ha dejado hacer a los generadores y distribuidores de electricidad. Nada ha hecho el gobierno para defender los intereses de los consumidores, pagando cada mes una factura más cara, a nombre de la devaluación del peso.

No hay espacio para que el PRD se aferre al poder, al menos que no sea con fraudes o desórdenes mayúsculos, tal como lo vaticinó un delegado de ellos ante la Junta Central Electoral, que obligaría a una elevada abstención y se le pasaría por encima a todos los esfuerzos que ambientan la colectividad nacional, para hacerle ver al PRD, y su presidente reeleccionista, que se tiene el derecho de vivir en paz, que los recursos que percibe el fisco son para el bien común, y que las propiedades públicas son para el servicio de todos y no para que sean devastadas o dejadas destruir como ocurre en la actualidad.

El moderno Quijote dominicano no ve la realidad que atraviesa el país. Es como si viviera en una burbuja de cristal, que en los tiempos de Cervantes no podía imaginársela para aislar a su héroe, pero que ahora, con un país desmoronándose ante el paso de las hordas reeleccionistas, no quieren ver la realidad de la pobreza que golpea a todos los sectores. Aquí se incluyen a los más encumbrados que han perdido parte de su calidad de vida, mientras la clase media ha dejado de ser el sector con aspiraciones de superación que ahorraba para la educación de sus hijos, para adquirir una vivienda o un vehículo y hasta para viajar en sus vacaciones, pero ahora están atravesada por las lanzas de la precariedad, en que los ingresos, apenas les alcanzan para mal vivir, fruto de la errónea conducción económica de la administración perredeísta.

El rechazo nacional, a las aspiraciones reeleccionistas del presidente Mejía, han precipitado a los dominicanos hacia la única esperanza que tienen los dominicanos, de que el doctor Leonel Fernández, vuelva al poder. Las encuestas hasta ahora así lo demuestran por la sólida permanencia en la preferencia electoral, ya que como quiera es necesario sacudirse de la plaga blanca que ha destruido la economía nacional.

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