A toda madre le cuesta dejar a su bebé solo en la habitación, pues además de los riesgos que implica, siempre quiere estar atenta a cualquier reclamo o necesidad de su pequeño. Y aunque los bebés siempre quieren estar refugiados en el regazo de mamá, en algún momento también es necesario enseñarles a ser independientes. Para facilitar esta necesidad es que existen los monitores de bebé, aparatos que colocados en su habitación permiten tenerlo vigilado a distancia.

¿De qué manera?  Los monitores son intercomunicadores que transmiten a un aparato receptor los sonidos producidos en el lugar donde se encuentren. Funcionan como los famosos “walkie talkies”, con la diferencia de que los de bebés siempre están encendidos, transmitiendo sin interrupciones  los acontecimientos en la habitación del bebé.

Es de gran ayuda, sobre todo en la madrugada, pues no será necesario levantarse tan seguido a vigilar si todo está bien.

Los monitores también muestran avances tecnológicos, lanzando al mercado versiones que no tan sólo permite escuchar los sonidos del bebé, sino también observarlos. En estos modernos monitores, el aparato transmisor cuenta con una cámara que emite imágenes que pueden ser visualizadas a través de una pantalla LCD incorporada al aparato receptor.

Así, cual cámara de seguridad, se observa todo lo que ocurre en un punto específico de la habitación.

Al comprar el monitor debe tenerse en cuenta la nitidez en el sonido, la cantidad de canales que minimizan la interferencia y muy especialmente su rango de alcance, pues este determinará qué tan lejos puede recibir las señales del aparato transmisor.

La mayoría de los receptores tienen ganchos ajustables para llevarlos prendidos del cinturón mientras descansa o realiza alguna tarea en el hogar.