Lo primero que hizo el presidente de Toronto Raptors, Masai Ujiri, tras el fracaso que supuso su temprana eliminación en playoffs, fue un cambio de entrenador.
Dwane Casey, ahora en los Detroit Pistons, deja su puesto a su asistente Nick Nurse, quien aterrizó para darle un plus a la ofensiva, sobre todo en cuanto a ritmo de juego y lanzamiento exterior.
Por otro lado, está un de los movimientos más llamativo del verano.
DeMar DeRozan, quien fuera su buque insignia, fue enviado a San Antonio.
En la operación llegó a la franquicia el estelar jugador Kawhi Leonard.
Así también como el veterano Danny Green, en último año de su contrato, aunque perdieron a la joven promesa Jakob Poeltl, quien tuvo un papel bastante importante como hombre de banquillo.
El alero Leonard se convirtió rápidamente en todo una sensación por su gran versatilidad para encestar puntos desde todo ángulo del aro, además de atrapar rebotes y defender a sus oponentes.