La verdad es que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y su flamante candidato presidencial están superando sus propios récords cuando se trata de sacar beneficios económicos y políticos de cualquier coyuntura, como lo demuestra su manejo del tema municipal.
Veamos:
1) Sabemos que en 2004, cuando volvió al Gobierno el PLD encontró a los municipios con una asignación mensual del 10% de los ingresos corrientes del Gobierno central, aparte de los arbitrios propios y la perspectiva de recibir impuestos de vocación municipal, como el predial. A partir de entonces han ido rebajando esa participación a poco más del 2% de esos ingresos, a pesar del crecido aumento en el costo de la vida, de las cargas municipales y de las rebajas por los 235 distritos municipales que reciben asignaciones independientemente.
2) Al verse afectados sus ingresos radicalmente, los ayuntamientos no han visto otra salida que mendigar al Gobierno central las obras más perentorias para sus territorios, como el asfaltado de calles, equipos indispensables, cementerios, obras urbanas y caminos vecinales.
3) Ante esa situación calamitosa que ha arrabalizado casi toda la vida municipal, el bendito Gobierno peledeísta se ha dedicado a extorsionar a los organismos edilicios para ofrecerles ayudas muy limitadas a cambio de docilidad política.
4) Como una forma de “industrializar” esa práctica nefasta, se embarcaron en una operación de financiamiento de más de RD$11,500,000,000 para comprar al margen de las leyes, de grado a grado, el hormigón asfáltico, y repartido entre empresas afines o propiedad de su candidato y exministro de Obras Públicas “que más que obras son autoservicios”, parafraseando a su reiterado eslogan publicitario, con el que ha gastado millones de pesos.
5) No contentos con eso, los talentosos dirigentes municipalistas del PLD pretenden ofrecer villas y castillas a la población urbana y rural dominicana, como si no supieran que su gran mayoría padece apagones, deficiencias en los servicios de agua potable, atracos, abusos, tránsito casi colapsado, transporte público caro y malo, desempleo y subempleo masivos e infames servicios de salud y educación para las grandes mayorías. Un verdadero rosario de penurias.
6) Frente a las airadas denuncias de la opinión pública por la violación flagrante de las leyes y disposiciones sobre los gastos a su cargo, el candidato y su partido se ha hecho la víctima diciendo de una manera genérica que ha cumplido con la ley y que a eso se debe que los empresarios exitosos y sus familias no quieren meterse en política…
7) Para colmo, el candidato del Gobierno construye una terminal de autobuses contra la ley de Medio Ambiente y del Concejo de Regidores de Santo Domingo Este.
¡Cosas veredes Sancho…!