Los Nacionales de Wsahington cumplieron las expectatitvas la pasada campaña cuando se alzaron con la corona de campeones sobre los Astros de Houston, impulsados por el poderoso bate del dominicano Juan Soto y el pitcheo sensacional de Stephen Strasburg.
Perdieron en la temporada muerta al estelar antesalista Anthony Rendón, pero mantienen una novena tan impresionante que podría convertirlos en campeones que repiten por primera vez desde que los Yanquis de Nueva York ganaran en las temporadas de 1999 y 2000.
¿Por qué? Por una razón simple: tienen de todo.
Junto a Soto en la ofensiva, tienen a Víctor Robles, Trea Turner y Eric Thames, además del rápido Adam Eaton y un buen respaldo en la receptoría con Kurt Suzuki.
Agregaron al dominicano Starlin Castro para jugar en la intermedia y tienen una buena combinación de bateo de poder y contacto que los hará temibles para los lanzadores contrarios.
El año pasado fueron ganadores de un puesto wild card de la Liga Nacional y para el 2020, con más madurez y un equipo ya campeón, deben mejorar sus récords.
El pitcheo. Luego de una sensacional postemporada, Stephen Strasburg firmó un jugoso contrato de US$245 millones por siete temporadas con los Nacionales, para mantenerse en el tope de una rotación que incluye a Max Scherzer, Patrick Corbin, Aníbal Sánchez y Joe Ross.
Esa combinación de Strasburg y Scherzer no tiene nada que envidiarle a ninguna otra rotación en el viejo circuito y es garantía de éxito en la División Este de la Liga Nacional.
Los complementos de Corbin, Sánchez y Ross deben garantizarle cerca de 80 triunfos combinados al pitcheo abridor de Washington.
Además, tienen en Sean Doolittle un cerrador confiable para terminar los partidos.
Los Nacionales deben meterse de nuevo en la competencia y quién sabe si ser el primer equipo en dos décadas que repite un campeonato.