La preselección dominicana de baloncesto, dirigida por Melvyn López, inició esta semana sus entrenamientos en el Palacio de los Deportes, rumbo al repechaje olímpico que tendrá lugar del 29 de junio al 14 de julio en Belgrado, Serbia.

La escuadra criolla agotará su última posibilidad de lograr un boleto a los Juegos Olímpicos que arrancan el 23 de julio en Tokio y todos nos habíamos ilusionado con la idea de tener en la selección jugadores del nivel de Al Horford, Ángel Delgado y Karl Towns, una ilusión que evidentemente solo existió entre nosotros.

Históricamente la República Dominicana ha tenido poca participación de sus estelares en eventos de esta naturaleza, contrario a lo que sucede en otros países del área como Puerto Rico, Argentina, entre otros. Particularmente creo que Horford debió uniformarse, dada su poca participación en la temporada de la NBA tanto con los 76ers como con Oklahoma.

La situación de Towns es más justificable, después de una temporada agotadora en todos los sentidos, tanto en lo personal como en lo profesional, mientras que Delgado se defiende con el alegato de su extensa temporada en España, reclamando tiempo para su familia.

El panorama que presenta el país no es el mejor, con un plantel poco sustancioso ante rivales como los locales serbios y Filipinas en el grupo A. Sin ánimo de ser pesimista y deseando equivocarme, creo que para los dominicanos las posibilidades de avanzar a Tokio son muy remotas.

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Sin lugar a dudas el pre olímpico de béisbol recientemente en Florida ha sido el más seguido por los dominicanos, el entusiasmo era muy notable en cada uno de los juegos y el equipo respondió.