Los nepalíes tratan de salir adelante ante la lenta respuesta del Gobierno

Los nepalíes tratan de salir adelante ante la lenta respuesta del Gobierno

Katmandú. Los nepalíes luchan por salir adelante entre la incertidumbre y las dificultades tras el terremoto de 7,8 grados que devastó el sábado el país, donde miles de personas se refugian en improvisadas tiendas de campaña y aumenta la frustración de la población por la lentitud de la respuesta del Gobierno.

Al menos 4.252 muertos y más de 7.000 heridos son las cifras del último recuento oficial de víctimas que se anuncian hora a hora, haciendo que la tragedia adquiera unas dimensiones aún imposibles de calcular por parte de un Gobierno ya de por sí precario en uno de los países más pobres y subdesarrollados del mundo.

Dos días después del peor seísmo que ha azotado el país asiático en casi un siglo, miles de personas permanecen en las calles de Katmandú, convertidas en hogares temporales para los que han perdido sus casas o para aquellos que tienen miedo de regresar a ellas a causa de las réplicas del terremoto.

El hecho de que hoy el país no registrara ninguna réplica intensa no ha hecho olvidar el movimiento de 6,7 grados que el domingo desató el pánico entre la población y terminó de colapsar las comunicaciones en el país.

El Gobierno ha habilitado 15 refugios para la población, pero la respuesta oficial está siendo muy pobre y la gente ha tenido que recurrir a improvisar sus propias tiendas atando ropa o mantas, y a buscarse la comida y el agua. “No hay ayuda del Gobierno.

 

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