Madrid. En oncología pediátrica no solo hay que curar, hay que curar bien porque estos pequeños pacientes tienen seis veces más riesgo que el resto de la población de padecer un segundo tumor debido, fundamentalmente, a los tratamientos recibidos y que esta enfermedad en los niños es consecuencia de la genética.
Lo asegura, en una entrevista con Efe, el jefe de Servicio de Hematología y Oncología Pediátrica del Hospital Universitario Niño Jesús de Madrid, Luis Madero, quien apuesta por la investigación para mejorar aún más la supervivencia.
En el Día Internacional del Niño con Cáncer, Madero recuerda que en España se diagnostican cada año aproximadamente unos 1.200 nuevos casos de cáncer infantil, con una tasa de supervivencia alrededor del 80 %, cifra que coincide con la media de la UE.
La tasa de supervivencia se ha mantenido constante en los últimos años, tal y como explica Madero, por varias causas pero sobre todo porque «son cifras tan elevadas que tienen que darse avances muy espectaculares para que se note la diferencia».
No obstante, asegura que la situación podría mejorar si hubiera más especialización. «En España hay cerca de 37 unidades de oncología pediátrica, pues si hubiera menos y cada unidad recibiera más pacientes y, por tanto, la curva de aprendizaje y experiencia fuera mayor, es probable que los resultados mejoraran un poco», destaca el experto.