La gripe afecta a niños de la misma forma que a los adultos y personas mayores de edad, pero con  los menores sucede  que al  concurrir  a la guardería, al jardín de infantes o al colegio  siempre están más expuestos a padecer enfermedades infecciosas que el resto de la familia.

Según estadísticas difundidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatría, los niños se ven afectados por la gripe hasta 4 veces más que los adultos. Es así que en tiempos de epidemia, los más pequeños llegan a picos de 42% mientras que la incidencia en mayores de edad varía del 5 al 10%.

Además, son el grupo que más transmite el virus: un joven o adulto puede contagiar durante 2 o 3 días mientras que los niños pueden hacerlo por más de 1 semana.

Alarma. Es fundamental la pronta consulta a un profesional médico ante la aparición de los primeros síntomas: fiebre, escalofríos, tos seca, estornudos, goteo nasal, molestias en la garganta, lagrimeo, dolor de cabeza o dolores musculares. Dentro de sus complicaciones se encuentran la otitis media aguda, sinusitis, laringitis y neumonía.

Las personas con más riesgo de  complicaciones son los  menores de 5 años.

Controles. La OMS recomendó el pasado mes de noviembre que se debe aplicar la vacuna antigripal según lo establece el Calendario Nacional de Vacunación del Ministerio de Salud  a los  niños de 6 a 24 meses, y padres de niños menores de 6 meses de vida, tengan o no alguna condición especial de salud.

En ese sentido, la Sociedad Dominicana de Pediatría insiste en que los grupos vulnerables como los niños deben vacunarse con previa recomendación de su pediatra, en los centros de vacunación de Salud Pública incluyendo el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI).

 Y es que la vacuna antigripal reduce hasta un 90% las posibilidades de contraer la enfermedad. Aun así, si existe contagio, el riesgo de desarrollar complicaciones, pero disminuye considerablemente. Las cepas del virus de la influenza cambian con mucha frecuencia.

Estudios. Cada año, expertos de la  OMS, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EEUU (CDC) y otras instituciones estudian muestras de virus obtenidas en todo el mundo para identificar los virus de la influenza que tienen mayores probabilidades de causar enfermedades durante la próxima temporada de gripe de manera que la gente pueda estar protegida contra ellos a través de la vacunación.

La inmunidad que genera la vacuna antigripal es transitoria y dura muy poco tiempo por lo que debe aplicarse cada año, aunque se haya recibido la misma vacuna la temporada invernal anterior. La vacuna tiene muy pocas contraindicaciones, una de ellas es la alergia mayor al huevo.

 Pero si no piensas vacunar a tus pequeños de este virus tan típico, pero quieres prevenirle del mismo, puedes aplicar métodos caseros de prevención, sobre todo en estos días de fin de año que el clima tiene un comportamiento cambiante.

Las claves

1.  Más vale prevenir…

Cuando los síntomas del resfriado asoman tímidamente, en ocasiones no es fácil detectarlos. Menos aún cuando se trata de bebés o niños pequeños. Ellos no sabrán que están malitos y, sin embargo, detectarán irregularidades en su organismo. Su reacción probablemente sea la irritabilidad y el cansancio excesivo. Estarse alerta, porque son dos síntomas muy comunes cuando la gripe asoma.

2.  Consejo

Procure que su hijo no esté demasiado abrigado, y tampoco experimente un déficit de ropa. El término medio será lo mejor, como en todo. Un exceso de calor, especialmente si se trata abrigos, puede ser muy contraproducente, pues aumenta la fiebre.

 2.  Beber muchos líquidos, sobre todo agua

El zumo natural de limón o naranja, así como el de toronja, tiene un alto contenido en vitamina C, por lo que es una herramienta más que poderosa para combatir los primeros síntomas del resfriado.