Los niños también se deprimen

Los niños también se deprimen

¿Su hijo  está irritable? ¿Hace constantes rabietas?  ¿Tiene pérdida del apetito y del sueño? ¿Llora con facilidad y además presenta problemas de control de esfínteres? Pues su hijo puede estar deprimido.

Y es que, aunque resulte extraño para muchos, la depresión puede presentarse en un ser humano desde el mismo momento de su nacimiento.

Así lo explica la doctora Arisleydi Sánchez Guzmán, M.A, psicóloga clínica infanto-juvenil quien labora en el Centro Vida y Familia Ana Simó quien  define como depresión infantil aquella que se da desde el nacimiento   hasta los 12 años de edad.

“A partir de los años setenta, la Unión Europea de Paidopsiquiatría, en su Cuarto Congreso celebrado en Estocolmo,  comienza a reconocer la depresión como un trastorno que también puede afectar a los niños y adolescentes”, indica la especialista.

De ahí que, si además de los síntomas anteriormente descritos, su hijo  cambia mucho de estado de ánimo, pierde  interés por sus pasatiempos, disminuye sus capacidades para pensar, concentrarse o tomar decisiones y   se siente cansado sin motivo aparente, usted debe ponerse alerta.

¿Por qué se deprime un niño?

Creemos que ellos son felices, pues no tienen deudas ni problema alguno y disponen de mucho tiempo para jugar y divertirse; de ahí lo sorprendente de que a veces puedan deprimirse.

Pero la doctora Sánchez Guzmán explica que  como la depresión es la experimentación de  emociones de tristeza provocadas por una situación,  es posible que todos en algún momento se depriman, hasta  un bebé.

Sin embargo, aclara que en lo que se refiere a la sintomatología de la depresión como patología, un bebé todavía no tiene el nivel cognitivo para cumplir con algunos de los criterios.

Ahora bien, ¿qué ocasiona la depresión en un niño? La doctora Sánchez Guzmán explica que dentro de los principales motivos que pueden  deprimir a un niño hay factores biológicos y también sociales.

Así, la depresión infantil puede estar ocasionada por la   acumulación de acontecimientos negativos vividos tales como la muerte de un familiar, maltrato e internamientos.

Otros motivos, explica,   son  problemas comunes en la pareja, dificultades de relación entre padres e hijos, divorcio, familias rígidas y con escasos lazos afectivos. 

Pero también, y aquí hay que prestar mucha atención, advierte, puede deberse a negligencia física o psicoafectiva, de ahí la importancia de que un especialista vea al niño siempre que presente los síntomas.

¿Cómo tratar a un niño deprimido?

 Cuando se observan conductas que indican la posibilidad de que un niño esté sufriendo de depresión, lo más recomendable es buscar ayuda profesional, recomienda la doctora Sánchez. “Se debe comenzar un proceso terapéutico con alguien clasificado en el tema, quien evaluará, diagnosticará y llevará el tratamiento adecuado”, agrega.  

¿Qué especialista debe atender a un niño deprimido, un psicólogo infantil o un pediatra?

La doctora explica que deben intervenir ambos. Así como también la familia del niño y el colegio, si es necesario. “Lo mejor es hacer un trabajo multidisciplinario para obtener mayor eficacia en los resultados”. Indica que el pediatra es quien ha tratado al niño desde su nacimiento, con lo cual podría ayudar a que se haga una buena historia clínica. También está a cargo de hacer una revisión completa de la salud del niño para descartar cualquier situación fisiológica.

Cómo prevenirlo

Estar atentos a los niños, prestándoles atención constante.

Hacerles preguntas e interesarse por sus actividades.

Establecer y mantener rutinas.

Poner niveles de exigencias adecuados para el desarrollo evolutivo del niño.

Calmar y dar seguridad al niño en situaciones que puedan provocar estrés.

Aumentar los refuerzos positivos.

Asegurar un ambiente familiar de apoyo para el niño y que reciba de sus figuras significativas muestras de cariño, amor y afecto continuo.

Buscar ayuda de un psicólogo o psiquiatra en caso de ser necesario.

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