Los feminicidas no solo se encargan de segar la vida de una mujer y acabar con sus sueños de una vida mejor, sino que condenan a los huérfanos a la infelicidad y a una serie de trastornos de la conducta que los convierte en víctimas invisibles de la violencia machista.
Esas evidencias están contenidas en el estudio Feminicidios en República Dominicana durante el 2017, presentado por el Observatorio Político Dominicano (OPD), en el que se resalta que hay 127 niños que quedaron huérfanos de madre a causa de los 113 feminicidios ocurridos en el citado período.
En el informe, preparado por Flor Batista Polo, se indica que los niños pueden sufrir retraso en el crecimiento, trastornos de la conducta alimentaria, dificultad o trastornos del sueño, regresiones, ansiedad, ira, depresión, aislamiento, síndrome de estrés postraumático, menos habilidades motoras, enfermedades y síntomas psicosomáticos, entre otras.
Según el estudio, el 82% de los hijos de madres asesinadas por sus parejas o exparejas en 2017 eran menores de edad.
Tasa de incidencia. En 2016 y 2017 la tasa de incidencia de los feminicidios se mantuvo en 2.4 por cada 100,000 mujeres, lo que incidió en que la República Dominciana continúe ocupando el puesto número tres entre los países con mayor tasa de feminicidios en Latinoamérica.
La investigación señaló que la mayor cantidad de feminicidios del país se registró en el Gran Santo Domingo con 24 casos, seguido por Santiago con 10, La Altagracia 9, La Vega con 8, San Cristóbal 6, y Sánchez Ramírez con 5.
Edad y ocupación. Aunque no existe una edad en que las mujeres se encuentren a salvo de ese flagelo, el estudio indicó que el grupo más vulnerable es el de aquellas que tienen entre los 16 y 36 años.
Otro aspecto de importancia identificado por el estudio es la diferencia de edad entre la víctima y el victimario. “Mientras más grande es la diferencia de edad entre ambos, mayor es el riesgo de padecer algún tipo de violencia que culmine en feminicidio”.