LOS NUEVOS ALCALDES BAJO LA CRISIS DEL COVID-19

LOS NUEVOS ALCALDES BAJO LA CRISIS DEL COVID-19

Faltan 22 días para que las autoridades municipales electas el pasado 15 de marzo tomen posesión de sus cargos para iniciar el período constitucional mas desafiante, peligroso y delicado de sus gestiones.

Esta vez el PRM desplazó al PLD en cuando al número de alcaldes de las capitales de provincia y colocó a 81 de sus aspirantes al frente de las principales ciudades del país. El PLD se conformó con 65 alcaldes yla consolación de haber alcanzado la mayoría de los distritos municipales. Ahí sereflejó elimpacto delas visitas sorpresas ya que la zonarural fue un voto biencuidado.El  PLD perdió loqueantes habían sido sus fortalezas políticas como consecuencia del descontento generalizado de laciudadanía urbana frentea un partido arrogante, petulante y con el lastre de una corrupción visceral. Tan solo en ocho provincias el PLD pudo sostener su hegemonía con sus alcaldes y que fueron en provincias,  con excepción  la de Santiago, de poca relevancia por el número de habitantes.

La ciudadanía urbana manifestó plenamente su descontento hacia un partido que si bien organizó muchas cosas en el país, hasta haciendo mas eficiente y severo el cobro de impuestos, no pudo sustraerse a la tentación centenaria  de los dominicanos de meterle mano a los fondos públicos. Así se desarrolló una corrupción descarada  y a ojos vista de la población. Esta aceptaba tales manifestaciones como parte de la costumbre del burócrata que debía “hacerse” aparte de recibir una compensación por sus servicios a su comunidad.

Los tiempos enque un ciudadano aceptaba uncargo público,como premioa su reconocida honestidad ensus pueblos,escosa delpasado. Ahora lo primero que un aspirante o un preseleccionado pueblerino a una posición municipal pregunta ante deser candidatoque cuales sonlasentradas y lascondiciones,parasaber siacepta elsacrificio deadmitir queserácolocado en la picota pública para ser dilapidado por la malsana y sabrosa intriga de los pueblos de hundir  a quien por años  disfrutaba de un sitial de honorabilidad en sus comunidades.

Ahora, los felices alcaldes perremeistas, que desalojaron a la mayoría de los alcaldes  peledeistas de sus mullidas poltronas, algunos con masde un período constitucional, se adueñaron de las alcaldías mas importantes del país en donde el votante los apoyó para desembarazarse de los amañados alcaldes del partido morado y de sus aliados mas conspicuos  de las provincias y el Distrito Nacional por ser los mas importantes.

Los perremeistas gozan con el placer de sutriunfo. Nosabenlas obligaciones y responsabilidades que el destino lestienedeparado paraconocer siestán sintonizados al ritmo de los tiempos del coronavirus. Serán tiemposmuy difíciles demanejar sinocuentan con respaldo  inicial y continuo del gobierno. Este concluye su mandato el próximo mes de agosto. Los perremeistas deberándespojarse de surivalidady consignas populistas de ataque desconsiderado  a los peledeistas. Y es que de loscuales necesitarán un apoyo para enfrentar a un enemigo con intenciones de arrasar con la humanidad.

Es una previsible aniquilación   universal. Sentimos sus efectos por las cifras alarmantes que cada día nos ofrecen las autoridades del ministerio de Salud de los casos detectados, de los muertos y los colocados en cuarentena. Podría ser que estamos frente al virus del exterminio para una profilaxis universal con el surgimiento de una nueva raza que tenga la conciencia de sus obligaciones. Y será  tanto para uno mismo y con el planeta así como con el prójimo del cual estamos casi siempre apartado y los despreciamos por el egoísmo actual de la raza humana.

No sería descabellado pensar en el aniquilamiento parcial de nuestra nación,  tal como ocurrió en 1918 con la gripe española que eliminó a  cientos de dominicanos y en el mundo fueron millones los fallecidos. Por eso es que un mejor juicio en seres humanos responsables deberá ser el espíritu que anime tanto a los alcaldes electos y a sus ediles  como a las autoridades del gobierno actual, dejando de lado su superioridad tradicional sin aire de triunfalismo fatuo que siempre losanima. Ahora deben proseguir con elloable esfuerzo conjuntode combatir un enemigo invisible que cadavez golpea mas duro. Podríamos estar compartiendo en una población diezmada para los próximos meses y viviendo en un mundo asustado y desilusionado por los efectos de un virus imbatible. Es de una lógica elemental pronosticar que las elecciones del 17 de mayo tendrían que ser pospuestas  hasta el 5 de julio.

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