El COVID-19 cambió todo. Oficinas de trabajo, restaurantes, bares, cafés, pizzerías, heladerías, salones de belleza, requerirán de una adecuación de sus diseños y decoración, que cumplan con los protocolos de distanciamiento social, en respuesta a la existencia del nuevo coronavirus
Los espacios de concurrencia colectiva, como son los hoteles, restaurantes, oficinas de trabajo, bares, cafés, pizzerías, heladerías y salones de belleza, entre otros, deberán adecuar su decoración para la nueva realidad que deja como resultado de la pandemia por coronavirus.
Ahora, además de belleza y confort, deben cumplir con los protocolos de distanciamiento social, lo que requerirá de una inversión en ampliación y adecuación, ya que en los espacios que tenían capacidad para diez, quince, o veinte personas deberán reducir el cupo a un 50 % o hasta 75 %.
La tendencia que ha traído la pandemia del COVID-19 implica cambio de planos; demanda tomar en cuenta nuevos aspectos en el diseño de estos espacios. Sobre esto, algunos diseñadores de interiores opinan que nada será igual después de la pandemia, ya que las áreas de oficinas, por ejemplo, deben incluir diseños más distanciados y, preferiblemente, utilizar mamparas para dividir los espacios y crear ambientes confortables.
Tras el confinamiento llega la vuelta a las oficinas, la apertura de hoteles, restaurantes, cafés, heladerías, bares… (estos últimos que serán los últimos en abrir) proyectada para realizarse en la última fase en el país -la fase 4-, pero -definitivamente- su funcionamiento será distinto.
Los cambios que se deberán hacer en estos establecimientos para operar durante la existencia de la COVID-19 y posterior a esta crisis sanitaria, deben fundamentarse, principalmente, en buscar estrategias para que las horas presenciales en las oficinas sean las menos posible, para combinar el teletrabajo con las horas presenciales; crear multiespacios dentro de las oficinas que estén bien climatizadas, con materiales disponibles para la salubridad de los empleados, iluminación natural…
Si bien es cierto que se habían erradicado los diseños antiguos -de hace más de 40 años- en los que los cubículos eran separados entre personas con diferentes materiales, dando paso a diseños más modernos, contemporáneos, donde todo es abierto y se mezclan todas funciones -desde el descanso, hasta las reuniones y los espacios colaborativos-, ahora, en tiempo de coronavirus, eso no es muy convenientes, debido a los protocolos de distanciamiento establecido entre una persona y otra.
Asimismo, los restaurantes en los que las personas estaban todas prácticamente juntas deberán distanciar sus mesas, donde ponían dos, poner solo una, ya que incluso la exigencia de estos cambios no dependerá meramente de la decisión del comerciante, sino que los clientes al volver a estos lugares lo exigirán.
También los salones de belleza deben cambiar su modalidad de ubicación de sus sillones con una distancia de más de dos metros, igual los secadores de pelo, y deberá haber una mayor higiene en los lavacabezas, las toallas, los utensilios para manicura y pedicura…
Las pizzerías deberán distanciar sus asientos, los espacios de juego de los niños… Definitivamente, la conducta de los usuarios en los mencionados espacios tendrá un antes, durante y después del COVID- 19. Nada será igual, sin dejar de mencionar el comportamiento tanto de higiene como de distanciamiento que deberán mostrar los colaboradores de esos locales.