Los Objetivos del Milenio

Los Objetivos del Milenio

JOSÉ NÚÑEZ
En septiembre de 2000 los 192 Estados miembros de la Organización de Naciones Unidas adoptaron un plan para liberar a los pobres de la extrema pobreza, erradicar el hambre, ingresar todos los niños a  la escuela y dar más autonomía a la mujer.

Este programa se llamó “Objetivos de  Desarrollo del Milenio”, y han establecido como fecha límite para lograrlo el año  2015. Todas las agencias y ONG que trabajan junto a la ONU esperan que sea así.

El primer objetivo de este plan es “Erradicar la pobreza y el hambre”; el número dos “Lograr la enseñanza primaria universal”; el tercero “Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer”.

Otro objetivo es “Reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años”; el quinto: “Mejorar la salud materna”; mientras que el sexto es: “Combatir el VIH-Sida, el paludismo y otras enfermedades”.

“Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente”,  es el séptimo objetivo, y el octavo: “Fomentar una alianza mundial para el desarrollo”.

Para evaluar y medir las metas del milenio en nuestro país –como en otras naciones- se formó la Comisión Presidencial sobre los Objetivos del Milenio y el Desarrollo Sostenible.

Ahora mismo hay que  reconocer que la ONU carga con una pesada agenda. En los llamados países en vía de desarrollo o dependientes hay un cúmulo de injusticias sociales.

El cuadro que actualmente enfrenta la humanidad es un poco tétrico. Según datos de la misma ONU en nuestro planeta 1,200 millones de personas subsisten con ingresos equivalentes a un dólar al día y cerca de 800 millones pasan hambre.

Unos 114 millones de niños en edad escolar no acuden a la escuela; cada año 11 millones de niños menores de cinco años mueren, la mayoría de enfermedades tratables.  El informe también señala que el Sida mata cada año 3 millones de personas; mientras que 2,400 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable.

Los Objetivos Desarrollo del Milenio podrían ser una oportunidad para que la ONU y las grandes potencias –que tan bien coordinan invasiones, ataques- muestren su empeño por una verdadera “guerra” contra el hambre y la miseria.

Sería una lástima y un gran golpe que por falta de un poco de esfuerzo y coordinación todo este ambicioso proyecto se convierta en una promesa incumplida, parecida a las que en nuestro país nos tienen acostumbrados los políticos locales.

Por tales razones, aunque creo que haya que mover la fecha para cumplir esta meta, debe mantenerse el programa y pasar revista a los pasos dados. En mi país siempre he anhelado que se asuma un proyecto de nación, y algo parecido ha emprendido la ONU.

elredactor@hotmail.com

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