Los Objetivos del Milenio y la mortalidad materna

Los Objetivos del Milenio y la mortalidad materna

Cuando el gobierno de la República Dominicana suscribió en las Naciones Unidas el compromiso de disminuir la mortalidad materna, entre los demás Objetivos del Milenio, de inmediato se comenzó a analizar las causas por las cuales la mortalidad materna era tan alta y proponer planes para su disminución. Sin embargo, en el 2007 se hace una evaluación del desempeño de los comités de muertes evitables y determina que 78% de las muertes maternas eran evitables, por análisis de los comités de discusión de cómo evitar las muertes y el 59% de los casos considerados evitables estuvieron ligados principalmente a la responsabilidad hospitalaria y médica.

Los factores con mayor peso en la causa de las muertes maternas fueron la multiparidad, escasa vigilancia post parto y por lo tanto, mala calidad de la atención. Las principales recomendaciones estuvieron dirigidas a acciones de recursos humanos, mejoría de la calidad; a necesidades insatisfechas de insumos y falta de unidades de atención críticas; a solucionar problemas de logística y a mejorar el desempeño de la red de atención. En conclusión sólo se ejecutó el 10% de las recomendaciones establecidas por los comités de cómo evitar las muertes maternas.

Los resultados por la falta de acción gubernamental y falta de recursos para los necesarios cursos de educación médica permanente, insumos y unidades de cuidados críticos, entre otras, es que la mortalidad materna nuestra oficialmente de 159/100,000 nacidos vivos, cuando el compromiso fue disminuirla a 55/100,000 nacidos vivos. Y este fracaso fue anunciado por el presidente Fernández, a pesar de haber elaborado el Plan nacional de reducción de la mortalidad materna e infantil del 2004 al 2008; Plan nacional de normalización; Plan nacional de mejoría de la calidad en los servicios de salud; Desarrollo de estrategias para el cumplimiento de los Objetivos del Milenio; Desarrollo de un nuevo modelo de atención en salud, creación de las Unidades de Atención Primaria, promulgación de la Ley General de Salud y Ley que crea el Sistema de Seguridad Social, Convenios de Gestión, tratando de lograr un mayor grado de autonomía y eficiencia de los centros de salud. 

La mayoría de estos esfuerzos se han quedado solamente en escritura, sin ser desarrollados y algunos desarrollados a medias. No se han puesto en marcha las unidades de atención primaria, ni las leyes generales de salud y la que creó el Sistema Dominicano de Seguridad Social, manteniendo ilegalmente el obsoleto Código Trujillo de Salud. Por otro lado, todos estos esfuerzos ameritan una mayor inversión en salud y de manera sostenida. Sin embargo, lo que hemos visto ha sido todo lo contrario, la disminución de la inversión en salud a cifras irrisorias si la comparamos con los países del área de Centroamérica y el Caribe como Costa Rica por ejemplo, que invierte 9.6% del PIB en salud mientras que aquí, la inversión es de 1.3% del PIB. El país del 2004 al 2009 incrementó sus ingresos tributarios en 197% que unido a los préstamos internos y externos se elevaron a 241%, el más alto de América Latina y el Caribe. Si el presidente Fernández hubiera tenido la Salud y la Educación como su prioridad, es decir el desarrollo humano como prioritario, otras cifras fueran exhibidas hoy; sin embargo, estas razones y no otras, son las que han motivado que continuemos teniendo una elevada mortalidad materna. Los lectores deben ponderar muy bien si es verdad que este gobierno y su presidente, desean el desarrollo del país o el desarrollo de los que están en el gobierno. 

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