Los Orioles no son obra de la casualidad

Los Orioles no son obra de la casualidad

Por ocho millones de dólares, los Orioles se aseguraron 40 jonrones de Nelson Cruz en 2014. Nadie bateó más cuadrangulares en las mayores en una temporada en la que Baltimore se alzó con el título de su división por primera vez desde 1997, haciéndolo por el cómodo margen de 12 juegos de diferencia.   

Baltimore quiso pero no pudo al tratar de retener a Cruz, un agente libre que acabó firmando con los Marineros de Seattle por 57 millones de dólares y cuatro años.

También dejaron escapar a Nick Markakis, un pelotero formado dentro de la organización y que fue un fijo en los jardines del equipo durante nueve campañas. No pudieron competir con la oferta de 44 millones por cuatro años de los Bravos de Atlanta. Y Andrew Miller, un especialista zurdo en el bullpen, decidió irse a los Yanquis por 36 millones.

Incluso pudieron haberse quedado sin Dan Duquette, su presidente de operaciones de béisbol. Los Azulejos pujaron para que se encargara de su jefatura, pero el dueño Peter Angelos se paró firme al tener a su ejecutivo atado con un contrato que expira en 2018.

«Cuando te va bien como organización, los demás tratan de emularte o llevarse tus piezas”, señaló el mánager Buck Showalter.

Aquí es cuando se debe entender el método de trabajo de Duquette y Showalter, que armaron un equipo que apiló 96 victorias y alcanzó la serie de campeonato de la Liga Americana. Pese a perder a varias fichas claves, los Orioles conservan legítimas aspiraciones para repetir como campeones en el Este del circuito.

El éxito no es obra de la casualidad, como algunos piensan. Todo pasa por la flexibilidad del roster, cargado con jugadores talentosos pero con sus limitaciones.    Véase el ejemplo de Steve Pearce, quien puede desempeñarse en los jardines, la inicial y como bateador designado. Fue dado de baja en abril. Pero volvieron a contratarle un par de días después que Chris Davis se lesionó, y acabó con la temporada de su vida, a los 31 años, con 21 jonrones y slugging de .556 en 313 apariciones al plato.

«Que Dios los bendiga”, replicó Showalter cuando la preguntaron sobre las adquisiciones hechas por sus rivales de división, como los Yanquis, Boston y Toronto. “Si estuviéramos en sus zapatos, haríamos lo mismo. ¿Qué se puede hacer? ¿Levantar los manos (como rendición)?”.

Refiriéndose a Cruz, Duquette lamentó perder los jonrones, la capacidad para embasarse y la experiencia. “Pero no nos gastamos 90 millones, tampoco. No sólo que contamos con jugadores jóvenes que pueden subir y ayudar al club, también contamos con el dinero para gastar. Es un problema, pero no me parece ser un problema insalvable para tener un buen equipo”, afirmó el presidente de operaciones de béisbol.

Los Orioles prefieren dejarle a los demás los titulares en los meses de invierno. Su única adición relevante fue la del jardinero/designado Travis Snider mediante un canje con Pittsburgh.

Esta es la óptica de los Orioles. Por más que Cruz tenga el poder para sacudir jonrones, también tienen presente que es un jugador que está por cumplir 35 años, que esencialmente está limitado a ser un bateador designado y hace dos años purgó un suspensión por dopaje.

¿Por Cruz y Markakis? No hay mejores sustitutos que el regreso del tercera base Manny Machado y el receptor Matt Wieters, dos de sus estrellas que por culpa de lesiones se perdieron buena parte de 2014, el primero con 82 juegos y el segundo con 26.

El anónimo grupo de lanzadores de los Orioles fue su arma certera, uno que redondeó la mejor efectividad (2.88) en la segunda mitad de la temporada.

Chris Tillman, Wei-Yin Chen, Bud Norris y el mexicano Miguel González se han establecido como abridores eficaces, mientras que el dominicano Ubaldo Jiménez promete que un ajuste de su mecánica le permitirá repuntar tras un decepcionante desempeño que le costó su puesto en la rotación. Kevin Gausman, quien con 24 años es el prospecto del que esperan pueda convertirse en un as, recibirá mayores responsabilidades.

Aunque perdieron a Miller, el bullpen mantiene al trío del cerrador zurdo Zach Britton (32 salvados), con Tommy Hunter y Darren O’Day (0.96 de WHIP desde 2009).

El orden ofensivo es uno balanceado, con Alejandro De Aza reemplazando a Markakis en los jardines y al tope de la alineación. Redondean el jardinero central Adam Jones, Machado, Davis, Pearce, el torpedero J.J. Hardy, Snider y el segunda base Jonathan Schoop.

¿PODRÁ MACHADO JUGAR UNA TEMPORADA COMPLETA?

Completamente sano. Así proclamó Machado su condición física al presentarse a la pretemporada. Buenas noticias para un polifacético pelotero que se ha sometido a cirugías en la rodilla en dos años.

La gran incógnita es si el aún precoz antesalista, con apenas 22 años, podrá aguantar una campaña completa sin sufrir una nueva lesión.

Baltimore confía en que vuelva al rendimiento de 2013, en el que fue seleccionado al Juego de Estrellas, lideró las mayores con 51 dobles y ganó el Guante de Oro.

“La adición más importante y potente que tenemos es con el regreso de Machado y el de Wieters,” dijo Duquette.

LO QUE DEBE SALIR BIEN:

Davis viene de un año que empezó mal y terminó peor, al recibir una suspensión por consumo de Adderall.

Luego de liderar las mayores con 53 jonrones y 138 impulsadas en 2013, la producción de Davis se fue a pique en 2014. Su promedio fue de .196 y acumuló 26 jonrones con 72 remolcadas.

El último día que le toca purgar de la suspensión corresponde al día inaugural de la campaña, así que estará disponible de inmediato.

Insiste que en un “momento de debilidad” ingirió una sustancia que en el pasado había tenido el aval. Pero que aprendió la lección. Los Orioles aguardan una versión similar a la de 2013.

EL PEOR ESCENARIO:

Que Jiménez (6-9, 4.70 de efectividad) no tenga remedio y paguen caro la inversión de 50 millones y cuatro años que hicieron en febrero de 2014. El derecho dominicano insiste que sufrió por iniciar tarde su pretemporada.

“En septiembre probó con unos ajustes que le ayudaron un poco. Veremos si puede seguir en esa línea”, aseguró el coach de pitcheo Dave Wallace.

Hay una sensación de que hay quemar todos los cartuchos ahora. Wieters, Davis y Pearce pueden declararse agentes libre al final de la campaña, al igual que Chen, Norris, Hunter y O’Day.

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