Los otros hogares

Los otros hogares

Eusebio Rivera Almodóvar

Los viejos son de valor inestimable en hogares con cultura de solidaridad

Los viejos, gentilmente llamados adultos mayores, envejecientes y abuelitos, generalmente son componentes de valor inestimable que adornan los hogares de familias con fuertes tradiciones y cultura de solidaridad.

Sin embargo, junto con la avanzada edad, todos estamos expuestos a la aparición de quebrantos de salud asociados con la inevitable vejez de cuerpo y mente que son conocidos como “achaques” pero que ocasionalmente se agravan y constituyen un dolor de cabeza para el conjunto familiar.

Cuando lo anterior ocurre, muchos miembros del clan, amparados en diversos motivos (compromisos u ocupaciones laborales, obligaciones con su otra familia, enfermedades o discapacidades propias, etcétera) descargan en uno o dos de los integrantes del conjunto, la tarea de atender, acomodar y encargarse de abuelito(a) y, con el paso de semanas o meses de ajetreos e ir y venir donde médicos y clínicas, el responsable de cuidar al viejito se impacienta y surgen conflictos que alteran la armonía en el hogar y, para colmo, es frecuente que a los padecimientos crónicos que golpean al adulto mayor, se sumen los síntomas desgarradores del Alzheimer, con cambios importantes en su comportamiento que casi siempre ameritan cuidado especial y es frecuente que sea el detonante de una decisión traumática para la familia como es el internamiento en un “hogar de ancianos” y con la escasez, por no decir ausencia, de estos hogares en nuestro país, con el agravante de que los centros privados cobran costosas e intimidantes mensualidades, lo que cabe es rogar porque nuestras autoridades de salud incorporen entre sus prioridades proteger verdaderamente a los envejecientes y comiencen por aumentar el número de hogares estatales de ancianos y asignen los presupuestos correspondientes.

Todos estamos expuestos a la aparición de quebrantos de salud asociados con la inevitable vejez

Publicaciones Relacionadas

Más leídas