El compromiso del desarrollo y educación de los hijos por mucho tiempo ha estado inclinado más a las madres que a los padres, debido a que estos últimos, en su gran mayoría están generalmente fuera de casa trabajando.

Sin embargo, en los últimos años, esta situación se ha modificado, pues ambos padres trabajan y  por esta razón tienen que equilibrar los quehaceres familiares. Hoy, los hombres  muestran un mayor interés en la inteligencia emocional de sus hijos ya que están realmente interesados en tomar parte del proceso evolutivo de sus retoños.  “Además de ser un proveedor, el padre debe ser una imagen de apoyo, ejemplo para sus hijos, comunicarse con ellos. Lo importante es que la madre y el padre se pongan de acuerdo en cómo van a guiar a sus hijos. No hay una regla definida de cuáles cosas debe hacer mamá y cuales papá. Más bien, son costumbres que se han aprendido, pero lo importante es que se planteen las opciones que funcionen para cada familia en particular”, explica el terapeuta familiar Ramón Almánzar.

Según un estudio hecho en Estados Unidos, los padres occidentales han incrementado el tiempo que pasan junto a sus hijos.  Almánzar asegura que un padre, si así lo decide, tiene toda la capacidad de criar a sus hijos en ausencia de la madre.