Los países petroleros aprendieron la lección del dinero

Los países petroleros aprendieron la lección del dinero

Por segunda ocasión en 30 años, los estados ricos en petróleo del Golfo Pérsico están inundados de dinero. Pero esta vez, están manejando sus riquezas de manera diferente y dan señales de que aprendieron algunas lecciones en el pasado.

Durante el “boom” anterior que terminó a principios de los años 80, los estados del Golfo gastaron dinero frenéticamente, vertiendo miles de millones en su infraestructura económica, con frecuencia rudimentaria. Lo que ahorraron fue en gran medida “reciclado”, al ser ubicado en depósitos en dólares en bancos occidentales.

En estos días, los gobiernos del Golfo están ahorrando una proporción mayor de sus ingresos que entonces, y en niveles más altos que algunos otros productores de petróleo, como Rusia.

De acuerdo con funcionarios de organizaciones financieras internacionales y banqueros privados, también están administrando sus inversiones de manera más activa, diversificando en monedas, regiones y vehículos de inversión.

“Es un cambio importante”, dice Mohsin Khan, director para el Oriente Medio y Asia Central, en el Fondo Monetario Internacional. Ellos han ahorrado una gran parte de sus ingresos -la experiencia de los 80 los convenció de que no pueden depender en que los precios altos se van a mantener”. Aunque los gobiernos ricos en petróleo están aplazando planes de enormes inversiones de capital y aumentos de salarios, el señor Khan dice que el grueso del gasto será en expansión en el sector de la energía y se extenderá durante muchos años.

Desde 1998, los miembros de la OPEP han ganado un estimado de US$1,300 millardos (£740 millardos, _1,100 millardos) de las ventas del petróleo, cerca de la mitad de la cual ha ido a Arabia Saudita y los emiratos del Golfo. Pero los datos precisos de las inversiones en el Golfo son difíciles de obtener: los gobiernos no deslindan las cifras de la cuenta de capital y la línea entre el Estado y la familia gobernante suele ser borrosa. El secreto, especialmente desde los ataques del 11 de septiembre, que incrementaron el escrutinio de las cuentas árabes en EEUU, ha complicado los esfuerzos por rastrear las inversiones.

Sin embargo, el exámen de las cifras aporta algunas pistas. Cuando los precios del petróleo subieron entre mediados de 1998 y mediados de 2000, los productores de la OPEP primero enviaron fondos a los bancos internacionales en dólares, de acuerdo con las cifras del Banco de Arreglos Internacionales (BIS). Pero después de eso, cambiaron el estilo, y movieron una proporción más alta de depósitos en euros. Esto cambió de nuevo el año pasado, cuando las tasas de interés en Estados Unidos empezaron a subir. En la medida que se desplazaban al dólar, los gobiernos diversificaron la inversión en un rango mucho mayor de activos.

“El sistema bancario internacional es menos importante como depositario de estos fondos de lo que fue”, dijo el BIS en su informe quincenal publicado esta semana.

El BIS insinúa que los países de la OPEP están comprando títulos de EEUU, pero con frecuencia, a través de Londres y otros centros financieros fuera de EEUU. Las estadísticas norteamericanas muestran que las posesiones en el Reino Unido de bonos del Tesoro de EEUU saltaron 80% durante los tres primeros trimestres de 2005 a US$182,4 millardos, y los banqueros suponen que gran parte de esta compra ha venido del Golfo. Los banqueros dicen que esto refleja una búsqueda del rendimiento, que es más alto en dólares que en las monedas que compiten, pero también la precaución entre los gobiernos árabes, porque pudieran ser penalizados en Nueva York por las acciones de EEUU contra el terrorismo. Los mercados de acciones y bonos de Oriente Medio, que apenas existían hace 25 años, también se han convertido en una salida más importante para los excedentes del petróleo. “Se está produciendo un reciclaje en la región”, dice el señor Khan, del FMI.

Activos alternativos, como los fondos de protección y los fondos de acciones privadas, también parecen haber visto influjos, de acuerdo con el BIS. Los banqueros dicen que hay un interés creciente en las acciones corrientes en mercados emergentes e instrumentos de deuda, además de títulos del Tesoro de EEUU protegidos ante la inflación. “Ahora que ellos cuentan con más dinero, están haciendo algo más que lo tradicional con las acciones corrientes de EEUU y Europa”, dice un administrador de fondos de Londres.

Sin embargo, estas conclusiones amplias ocultan las diferencias entre los criterios de inversión de las instituciones financieras en el Golfo. Los excedentes del petróleo van a dos tipos de cuenta: reservas en divisas y ramas de inversión del gobierno. Las reservas en moneda extranjera suelen manejarse conservadoramente por las autoridades monetarias y los bancos centrales, como un colchón para garantizar la estabilidad financiera y la liquidez. Las reservas de los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo se estima que han subido de US$63,1 millardo a finales del año pasado a cerca de US$85 millardos ahora, con un salto en las reservas de Arabia Saudita de US$27,5 millardos a US$43,9 millardos.

La Autoridad Monetaria de Arabia Saudita (SAMA) administra ambas cuentas en el país. Pero en Kuwait, Katar y los Emiratos Árabes Unidos, la mayor porción del excedente del petróleo va a entidades separadas del gobierno, que suelen invertir en el extranjero en activos de rendimientos más altos, y por lo tanto, con mayor riesgo.

Banqueros y analistas dicen que la mayor y más poderosa parte de los vehículos de inversión del gobierno, y quizás la más agresiva, es la Autoridad de Inversión de Abu Dhabi, con activos estimados de US$250 millardos. Esto contrasta con los estimados de US$100 millardos para la Autoridad de Inversión de Kuwait.

Los estimados para Katar son más vagos, y algunos economistas dicen que la evidencia anecdótica indica que el Consejo Supremo para Asuntos de Inversión y Económicos, recientemente re-bautizada como la Autoridad de Inversión de Katar, está en el rango de US$10 millardos-US$20 millardos.

La reserva de inversión de SAMA es aún más difícil de estimar, pues no hay cifra que aporte una separación entre los fondos privados y el gobierno saudita. Aunque Dubai Holdings, la rama de inversiones del emirato de Dubai (que tiene poco petróleo) ha estado haciendo adquisiciones de alto nivel en el oeste, dicen los banqueros que, sin mucho alboroto, regularmente ADIA hace adquisiciones de tamaño similar, pero rehuye tomar participación de control, y rara vez tiene que anunciar sus inversiones.

Un ejemplo de su punto de vista es la oferta conjunta con KIA por una participación en el estatal Industrial & Commercial Bank of China.

 De acuerdo con Saeed Mubarak al –Hajeri, un miembro de la junta de ADIA y presidente de Abu Dhabi Commercial Bank, ADIA ha estado buscando de manera creciente en los mercados emergentes, en particular de Asia, nuevas inversiones. El señor Hajeri dice que el fondo está haciendo ofertas claras en mercados como Brasil, India, China y Rusia.

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