Hubo también conversos de apellido Garavito. Tal es el caso de Diego Fernández Garavito y su esposa, Ysabel García, vecinos de Segura, que figuran en el padrón de dicha villa como inhabilitados (por ser reconciliados), razón por la cual se les impuso pago de 550 maravedís. En ese mismo sentido, los hijos del matrimonio, nombrados Martín, Cristóbal, Rodrigo, Leonor, Mayor e Inés se consignan asimismo como inhábiles por la condenación del abuelo (Garraín Villa, Luis. Los judeoconversos en la provincia de León del maestrazgo de Santiago y el Obispado de Badajoz a finales del siglo XV. En “Revista de Estudios Extremeños”, vol. 52, núm. 3, 1996. Pág. 826).

Antes de continuar, es prudente recordar que así como en la República Dominicana tenemos un municipio de la provincia de San Cristóbal llamado Cambita Garabitos, en Tenerife, islas Canarias, existe una zona cercana a la costa de Granadilla que ha sido bautizada como Garavito y que en Costa Rica hay actualmente un cantón, el número 11, provincia de Puntarenas, que lleva también por nombre Garabito.
Por lo que se refiere a la línea objeto de estudio, afincada en Extremadura desde tiempos inmemoriales, esta tiene por tronco conocido a Lope Sánchez Garavito, señor de la casa y solar de los Garavito, quien fue padre de Juan, Isidro y Francisco Garavito.

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Este Francisco Garavito, primero del nombre, se estableció de manera permanente en Alcántara, Cáceres, y casó allí con Elvira de Aguilar. Fruto de esta unión nació Francisco Garavito de Aguilar.

Pues bien, Francisco Garavito de Aguilar, segundo del nombre, desposó a Leonor de Torres, natural de Plasencia, Cáceres, hija de Joan de Torres y Luisa de Aguilar. De donde se sigue que la prole de Francisco y Leonor estuvo compuesta por Pedro de Garavito, Alonso de Aguilar Garavito, García Garavito y Luis Garavito.