Hoy 
Madrid. Los partidos políticos españoles rechazan hablar de posibles pactos tras las elecciones del 20 de diciembre y apuestan por conseguir el mejor resultado posible, pero los miran de reojo por si les pueden beneficiar.
La campaña entra en su primer fin de semana todavía bajo los efectos de la encuesta publicada el jueves por el estatal Centro de Investigaciones Sociológicas que vaticina al PP (centroderecha) entre 120 y 128, por delante del PSOE (socialista, de 77 a 89 escaños), Ciudadanos (liberales, 63-66 escaños) y Podemos (izquierda, 49 escaños).
Ese sondeo, como otros que en estas últimas semanas han publicado diversos medios de ámbito nacional, apunta que tras el 20-D serán necesarios pactos para tener una mayoría con la que formar gobierno que en el Congreso está fijada en 176 parlamentarios.
La hipótesis más fácil es la de un acuerdo entre el gobernante PP y Ciudadanos, pero ni unos ni otros quieren oír hablar de esa posibilidad.
Más complicada parece la perspectiva de un acuerdo entre PSOE, Ciudadanos y Podemos, en particular porque estas dos fuerzas, emergentes y dirigidas por líderes que no tienen ni cuarenta años, están distanciadas en ideología y en temas económicos y sociales, aunque próximas en materia de regeneración democrática.
Sin embargo, es la apuesta del candidato socialista, Pedro Sánchez, quien defiende que “el único partido que puede garantizar el cambio es el PSOE».
Con la premisa de tener al menos un voto más que el PP Sánchez ha tendido la mano a Ciudadanos, Podemos y otros partidos para pactar un “programa común” y desalojar al PP del Gobierno, donde lleva desde finales de 2011.
El presidente del Gobierno y candidato del PP, Mariano Rajoy, no tiene actos públicos de campaña, ya que intervendrá por la noche en un programa de televisión, pero la respuesta a Sánchez la dio el ministro del Interior y candidato al Congreso por Barcelona, Jorge Fernández Díaz, quien advirtió contra un eventual “pacto de perdedores” que aleje a su partido del poder aunque sea la fuerza más votada en las elecciones del 20-D.
El PP ya ha sufrido los pactos en su contra, ya que en los comicios regionales y municipales de mayo ganó en toda España por número de votos, pero perdió el poder en muchas plazas por acuerdos entre fuerzas de izquierda.
La formación a la que todos miran si se trata de pactar es Ciudadanos, un partido con nueve años de trayectoria pero que sólo en el último ha experimentado un fuerte auge.
Su líder, Albert Rivera, el mejor valorado en las encuestas, reitera que no apoyará un gobierno del PP presidido por Rajoy ni uno del PSOE encabezado por Sánchez y quiere abrirse paso frente al histórico bipartidismo protagonizado por ambos en España.
Rivera tampoco quiere hablar de pactos pero percibe uno entre PP y PSOE, de los que hoy afirmó que “fingen pelearse” porque a los dos les interesa seguir con el modelo de bipartidismo.
Está convencido de que Rajoy prefiere más ver a Sánchez de presidente del Gobierno que al propio Rivera, y que el líder socialista, por su parte, prefiere que continúe el Gobierno del PP a que llegue Ciudadanos porque así “pueden seguir con el pasteleo».
