El politólogo y abogado Belarminio Ramírez Morillo al dictar la conferencia: Concertación Social y Política para el Desarrollo Económico, manifestó que el modelo de partidos políticos vigente en la Republica Dominicana no está en crisis como plantean algunos comunicadores y cientistas sociales, pero requiere de un rediseño que lo acerque al tipo de organizaciones que demandan los ciudadanos, y convierta a los dirigentes en el tipo de líderes que necesita la sociedad.

El evento organizado por la Fundación Azua Si Puedes fue realizado este viernes 22 de Octubre en el Salón de Actos del Restaurante Mesón Suizo, y estuvieron presentes: el Gobernador provincial, el diputado Víctor Sánchez, los Alcaldes de los Municipios, los Directores de los Distritos Municipales, Regidores, Vich alcaldesas,  dirigentes políticos, representantes de la sociedad civil y líderes religiosos.

El tratadista del Derecho Electoral y Constitucional adujo que la sociedad del conocimiento ha producido un individuo independiente en su forma de pensar, y eso hizo que sucumbieran los partidos ideológicos.

Consideró que la superación del partidismo ideológico fue positiva para la democracia y una ganancia para la sociedad, ya que las ideologías dividían a los pueblos, impedían que el liderazgo se pusiera de acuerdo para lograr la institucionalidad del Estado y la consecución del desarrollo.Dijo que el modelo de partidos vigente para que sea más eficaz en la gestión de las expectativas de los ciudadanos necesita de un nuevo enfoque.

“El modelo de partidos que tenemos es bueno, lo que sucede es que ha hecho falta una visión estratégica y un mecanismo de evaluación del desempeño del dirigente partidario.

”Precisó que  los partidos deben ser reorientados a los fines de que funcionen como instrumentos de producción de líderes, y no como maquinarias que se limitan a enfrentar sus dirigentes en una lucha descarnada por el control de los puestos de dirección y de las candidaturas.

Expresó que la principal debilidad del modelo de partidos vigente radica en que las organizaciones se han convertido en maquinarias destructoras de la imagen y la credibilidad de sus actores, debido a que los políticos dominicanos están dedicando más del 70 por ciento de su trabajo y sus energías al ataque a los compañeros de sus propias organizaciones que ocupan los puestos a que ellos quieren ascender o permanecer.

Dijo que a pesar de el partido maquinaria electoral ha contribuido al advenimiento de la cultura del diálogo y la concertación, los partidos se han reducido a una agenda electoral, y no entienden que el hecho mismo de que sean instituciones de derecho público financiadas por el Estado, y el hecho mismo de que estemos transitando hacia la democracia participativa, exige que los partidos tengan una agenda social, comunitaria y temática que les de respuestas a las demandas y deseos de los ciudadanos.

Adujo que la falta de esa agenda y de ese plan, es lo que conduce a que el tema electoral prime los 365 días de todos los años, y esto obstruye la democracia y obstaculiza los avances en la institucionalidad.Expresó que los partidos políticos deben orientar sus dirigentes al trabajo sectorial, social, religioso, profesional, cultural, gremial,  comunitario, medio ambientalista y temático. “Pero los políticos no deben involucrarse en estas entidades con el objetivo de dividirlas y convertirlas en tribunas partidarias como sucedió en la época de la Guerra Fría y del partidismo ideológico, en que cada gremio o agrupación terminó dividida en dos o más bandos.

 O sea que al llevar las diferencias ideológicas de los partidos a las entidades sociales y gremiales, el resultado fue que las destruyeron.

”Manifestó que el sistema político dominicano amerita de una concertación entre el liderazgo político y el liderazgo social, como única vía para lograr la cohesión de metas y propósitos que faciliten un futuro con mayor desarrollo  económico.

Dijo que nos encaminamos a un tránsito de democracia representativa a democracia participativa, y la constitución vigente consagra pautas importantes que harán que en un futuro no lejano la partidocracia y la sociedad civil compartan los escenarios del poder público. 

El  politólogo y abogado planteó que en la era mediática y en la  sociedad del conocimiento en que vivimos, el liderazgo es una imagen, y el tipo de política que se está haciendo a lo interno de los partidos le está dando una imagen a sus dirigentes, “pero es una imagen negativa”.

“Eso es lo que hay que cambiar. La política hay que llevarla a lo social, a lo comunitario y a lo temático, de modo que el dirigente pueda revestirse de la imagen adecuada que demanda el ciudadano de hoy y exigen los nuevos tiempos.

Los partidos deben ser maquinarias para producir lideres, y no para destruir sus dirigentes.” Subrayó el autor del libro Claves para el Liderazgo Eficaz.