Los partidos se temen a sí mismos

Los partidos se temen a sí mismos

Teófilo Quico Tabar

El objetivo fundamental de contar con un padrón no es otro que saber cuántos ciudadanos de un país o comunidad están aptos para votar. Y mediante ese documento, que nadie pueda sufragar dos veces. En los países donde es obligatorio, para saber quiénes no cumplieron con ese requisito. Por eso se le llama Padrón Electoral.
Los partidos políticos, a lo largo del tiempo, dependiendo de las circunstancias y de las conveniencias, han confeccionado sus propios padrones. Cuando les ha convenido, han dicho que cuentan con cientos de miles o millones de afiliados, pero en ocasiones esas mismas organizaciones han preferido recortarlos para acomodarlos a las conveniencias de sus dirigentes. Otros ni siquiera hablan de ello.
Por eso se hace tan difícil lograr consenso en la ley de partidos y electoral, en lo referente a las convenciones internas o primarias para elegir candidatos; con respecto al Padrón a utilizar, si es el universal o el de los partidos; si se realizan simultáneamente; así como quien las va a controlar, si la JCE o los propios partidos.
Algunos plantean, que si se realizan con el padrón universal, esto es, con todos los ciudadanos aptos para votar, aunque la mayoría no pertenezca a ningún partido, los directivos y los candidatos podrían ser escogidos por la voluntad de quienes no forman parte de sus organizaciones. O sea, que grupos interesados podrían ejercer influencias para imponer lo que les convenga a dichos sectores. Más fácil, si fuese con el padrón universal, pero en las fechas que cada partido decidiese celebrarlas.
Otros dicen, que si se realizan de manera simultánea, o sea, el mismo día, eso sería difícil, puesto que esa voluntad de los no partidarios, tendría que distribuirse entre todos las organizaciones y candidatos, cosa que no es fácil de coordinar.
Sobre todo, por la logística que eso implicaría.
Sin embargo, hay que aclarar, que una cosa es elección de candidatos por vía de las primarias, y otra cosa es elección de dirigentes mediante convenciones.
De cualquier modo, da la impresión de que los partidos se tienen miedo a sí mismos. Quizás porque saben los métodos que ellos mismos han utilizado; porque no quieren que se sepa cuantos miembros tienen; porque no tienen confianza en sus propios padrones y liderazgos; porque quieren imponer sus criterios por encima de los métodos democráticos, o por otras razones. Tal vez por eso, en ocasiones quieren padrones abiertos y otras veces cerrados.
Pero cualquiera de los métodos, con Padrón universal o Padrón partidario; con escogencia de manera simultánea o separada, habrá una ley que no dejará satisfechos a muchos.
Porque lamentablemente algunos políticos entienden que la democracia se ejerce cuando les favorece.
Ojalá que la decisión entre un Padrón universal o partidario, así como convenciones simultáneas o de acuerdo a las conveniencias políticas, en vez de contribuir al fortalecimiento partidario, no se conviertan en una nueva espina que moleste al caminar o al sentarse.
Que en vez de fortalecer, incentive aún más al desgarramiento que se observa en dichas organizaciones.

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