EDUARDO KLINGER PEVIDA
Durante la pasada semana hemos sido testigos de una lamentable, pero peligrosa crisis entre países hermanos. La penetración de fuerzas militares en profundidad del territorio ecuatoriano es un hecho ilegal, violatorio del derecho internacional, con el agravante de que no fue en el contexto de una persecución sino producto de una acción planificada.

De ahí que Colombia haya planteado una excusa, aunque realmente no muy convincente como excusa, y haya estado de acuerdo en la OEA con una Resolución que reafirma el principio de la soberanía nacional y la inviolabilidad de las fronteras.

Sin embargo, no es la crisis específica que nos ocupa a lo que queremos referirnos en este espacio, sino mas bien a los peligros que entraña en una región donde subsisten problemas limítrofes no resueltos unos, en vías de solución otros y algunos ya solucionados.

Si bajamos de norte-sur nos encontramos que aunque la frontera mexicano-norteamericana es fuente de conflictos ello no se basa en problemas de límites – ya quedó muy atrás las tierras que perdió México – sino en el problema del control migratorio.

Sin embargo, entre Guatemala y Belice han existido serios conflictos históricos que si bien han perdido beligerancia con el retorno de Guatemala a la democracia y la aceptación de este último país de la independencia beliceña, cuyo territorio reclamaba totalmente, en lo formal hay problemas pendientes de una solución definitiva.

Siguiendo en Centroamérica, el conflicto entre Honduras y El Salvador fue resuelto por la Corte Internacional de La Haya. No obstante, hay reclamaciones de delimitación marítima entre Honduras y Nicaragua que es una derivación del problema entre ésta y Colombia por las islas de San Andrés, anteriormente nicaragüenses y cedidas a Colombia por un tratado que es cuestionado por Nicaragua y del cual surgen problemas de delimitación marítima con la propia Colombia. Además, Nicaragua mantiene una disputa con Costa Rica por el Río San Juan, que es la línea fronteriza en buena parte de la frontera común. No es una litis de delimitación sino de que Nicaragua no le da derecho a Costa Rica al patrullaje armado.

Colombia tiene pendiente solucionar cuestiones de delimitaciones marítimas con Venezuela y había un problema con Ecuador que no tengo claro su status actual. Venezuela ha mantenido pendiente la reclamación sobre la zona del Esequibo con Guyana que el gobierno de Chávez no ha mantenido en agenda.

Más al sur también subsisten problemas. Demasiadas complicaciones que nos exigen mucha prudencia y apego total al derecho internacional.