Desde el cuatro de agosto de 2006, cuando Ángel Sosa, el peregrino de Dajabón, inició la modalidad de protesta con sentido de sacrificio personal al caminar 316 kilómetros con una cruz a cuestas hasta el Palacio Nacional, muchas otras personas han continuado la práctica, en la mayoría de los casos sin lograr sus objetivos.
Sosa, un desempleado de 33 años, decidió emular a Jesús y con su madero al hombro se trasladó a pie desde Dajabón hasta el Palacio Nacional en 11 días para reclamar la reparación de carreteras y otras obras.
No fue recibido por el presidente Leonel Fernández como pensaba, sino por el entonces presidente de la Comisión de Apoyo al Desarrollo Provincial, Mariano Germán y el otrora vocero del Gobierno, Roberto Rodríguez Marchena.
A pocos días la secretaría de Obras Públicas inició los trabajos, pero no todas las demandas fueron satisfechas.
Desde entonces han llegado hasta la casa de gobierno peregrinajes y vía crucis de todas las regiones del país.
De ahí en más. El 20 de abril un grupo de ciudadanos inició un peregrinaje desde la provincia Monseñor Nouel, salieron de Bonao, en reclamo de obras comunitarias.
Durante cuatro días caminaron toda la Autopista Duarte hasta que el jueves 23 llegaron al Palacio donde fueron recibidos por el secretario de Estado, Rafael Pérez Modesto y Luis Sifre, presidente de la Comisión de Apoyo al Desarrollo Provincial, quienes se comprometieron a llevar las inquietudes al presidente Leonel Fernández.
Luego de esperar un tiempo amenazaron con realizar otras acciones debido a que muy pocas de las demandas planteadas habían sido satisfechas.
Desde Neiba
Eran las 6:30 de la mañana del lunes 29 de junio cuando Eddy Reyes, un minusválido de 34 años, salió desde Neiba, Baoruco, en silla de ruedas hacia el Palacio para reclamar un centro de rehabilitación para formar a los cerca de 2,000 discapacitados, de su provincia y que no tienen empleo. Llegó a la casa de gobierno el dos de julio con las manos cubiertas de llagas, fruto del esfuerzo de hacer rodar la silla por los 220 kilómetros distantes ente la Capital y su provincia. Fue recibido por el subsecretario de la Presidencia Alejandro Herrera. No le han cumplido.
Otros peregrinos
A mediados de julio, Reinaldo Sánchez y Luis Emilio Peguero salieron de La Gina de Miches, cada uno con una cruz a la espalda para reclamar la reconstrucción de la carretera Miches-Sabana de la Mar, por una planta de tratamiento de aguas residuales y en rechazo a una grancera . Luego se sumaron otras once personas más, incluyendo dos mujeres en El Valle y juntos llegaron hasta la calle Emilio Prud ´Homme, cerca del Palacio Nacional, donde fueron interceptados por la Policía que les cortó el paso y evitó que concluyeran su jornada de cinco días de caminata y 191 kilómetros de carretera.
Esta vez, los caminantes no entregaron el documento a dos funcionarios de tercera categoría, alegando que se lo darían al presidente de la República y retornaron a sus pueblos sin siquiera un apromesa.
Damnificados de las tormentas Olga y Noel se trasladaron en peregrinaje desde San Cristóbal hasta el Palacio Nacional el 13 de agosto en reclamo de reubicación, pero fueron interceptados por la Policía frente al Instituto Nacional de la Vivienda (INVI).
Alma Fernández, directora de la entidad les prometió que en octubre recibirá un préstamo del gobierno de Colombia, cuyos fondos serán utilizados para la construcción de 263 viviendas para igual número de familias afectadas por las aguas, el lodo y el desamparo.
Los más recientes fueron ocho peregrinos de la provincia Espaillat que el viernes fueron impedidos de llegar hasta el Palacio Nacional para reclamar reparación de carreteras, un recinto de la UASD, entre otras demandas, decidieron permanecer hasta hoy en el Parque Enriquillo en espera de respuesta oficial, de lo contrario continuarán hasta Higüey.