LOS ÁNGELES. El capitán Jack Sparrow podrá ser un nombre conocido, pero a pesar de su lugar en la cultura popular, la franquicia de “Piratas del Caribe” ha quedado a la deriva.
En cierto modo se ha convertido en una serie de regresos decrecientes y todavía no termina. La quinta entrega, “La venganza de Salazar” (“Dead Men Tell No Tales”), se estrena el viernes y ya enfrenta obstáculos como un panorama distinto en las grandes producciones, un astro con un perfil menos lustroso y una brecha de seis años desde su última película.
En 2003 “Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra” (“The Curse of the Black Pearl”) arribó a puerto como una revelación. Walt Disney Studios había hecho una buena película basada en una de las atracciones de sus parques de diversiones y creó un personaje emblemático (y rentable) para Johnny Depp. Catorce años después las cosas lucen bastante diferentes. Las películas, que han facturado 3.700 millones de dólares a nivel mundial, se han vuelto progresivamente peor en calidad y, tras la segunda entrega, “El cofre de la muerte” (“Dead Man’s Chest”), sus ingresos comenzaron a caer en Estados Unidos _ aunque a nivel mundial superaron los 1.000 millones para la cuarta cinta, “Navegando aguas misteriosas” (“On Stranger Tides”).
Disney también se ha convertido en un estudio diferente, con sus costosas pero jugosas adquisiciones de Marvel Studios y Lucasfilm, además de sus recientes éxitos transformando clásicos animados en éxitos de taquilla con actores reales.
Y a pesar de todo “Piratas del Caribe” sigue peleando, y “La venganza de Salazar” llega con algunos trucos bajo la manga. Con una fresca dupla de directores al timón, Joachim Ronning y Espen Sandberg, el equipo de producción se ha esforzado para regresar al espíritu de la primera película con un nuevo elenco joven que incluye a Brenton Thwaites y Kaya Scodelario, además del regreso de Orlando Bloom y Keira Knightley así como de un villano ganador del Oscar, Javier Bardem.
“Los actores trabajaron por muchos años con Disney y Jerry para hacer realidad esta película. Una de las cosas que les preocupaba era plasmar personajes reales en la cinta”, dijo Bardem. “Creo que le dieron un espíritu diferente”.
Para Bloom, el atractivo perdurable de la serie es más sencillo.
“Todo el mundo dice, ‘¿por qué siguen funcionando estas películas?’. Y yo les digo que es porque los niños de seis años siguen disfrazándose de piratas, así que no es que hayamos creado nada especialmente nuevo y espectacular, aunque creo que sí lo hicimos”, dijo Bloom en el estreno de la cinta en Los Ángeles.
Aunque el entusiasmo por “La venganza de Salazar” fue bueno al principio, las críticas han sido menos benevolentes. El periodista Mark Kennedy de The Associated Press la calificó como “un quinto capítulo aburrido y maltrecho” que “llega con pesadez a los cines este verano lleno de trucos generados por computadora, pero con una trama irremediablemente complicada y personajes recurrentes básicamente sin energía”.
“Tras este quinto episodio uno desearía que Disney declarara muerta a la franquicia y no contara más historias”, escribió Kennedy.
Depp, también, tras una serie de fracasos y tropiezos en taquilla como “El Llanero Solitario” y la ampliamente ridiculizada “Mortdecai”, ha estado bajo la lupa por sus problemas personales, incluyendo su divorcio de la actriz Amber Heard.
En enero, el mismo día que ambos formalizaron su divorcio, el actor demandó a sus exmánagers por más de 25 millones de dólares acusándolos del mal manejo de sus finanzas.
Los exrepresentantes de Depp han negado rotundamente las acusaciones y dicen que trataron de advertir al actor contra sus gastos en propiedades fastuosas, vehículos antiguos y otros bienes. Afirman que el estilo de vida de Depp costaba más de 2 millones de dólares al mes.
“La gente pasa por todo tipo de cosas raras”, dijo Bloom. “Es una lástima que tenga que exhibirse en público”.
El productor Jerry Bruckheimer trató de responsabilizar a los medios de comunicación.
“Desafortunadamente los medios se ensañan con cierta gente y ahora le tocó estar a él en la mira”, dijo Bruckheimer. “Es un tipo fabuloso y un gran artista”.